Volodimir Zelenski he’i que la ofensiva que le están aplicando al sur del país oiko hína. “Las banderas ucranias están volviendo a los lugares en los que deben estar. No hay cabida para los ocupantes en nuestro país”, le bajó el mandamás de Ucrania, país que desde el pasado mes de febrero está soportando la ocupación de Rusia.

El presi aplaudió que una bandera del país haya sido izada de nuevo en un hospital de Visokopillia, al oeste del río Dnipro, en la región de Jersón, zona “rusa” desde que empezó la invasión y que incluso desde antes era centro de conflictos entre los ucranianos que quieren ser dominados por los rusos y los que luchan por no serlo.

Además de las muertes, destrozos y miseria que traen los bombardeos en las ciudades, está la “otra guerra” que es la que está ejerciendo Rusia contra los países europeos, a los que les está cortando el suministro de gas y petroleo, claves para la subsistencia. El primer ministro ucraniano ha ofrecido exportar electricidad a Alemania, quien asegura que es un “gran acuerdo para ambas partes. Tenemos suficiente electricidad para expandir nuestras exportaciones”.

Los cerveceros son de los países que más están sintiendo el apriete de los rusos.

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