En la tarde de este viernes, el pequeño José Miguel Ozuna de 12 años pudo descansar en paz, luego de que parte de su cuerpito permaneciera por más de 5 meses en la morgue.
Peño, como se lo conocía, había desaparecido de su casa el 24 de junio del 2022 y fue hallado sin vida en una laguna del barrio Santa Ana de Asunción el 3 de setiembre pasado.
Tras cinco meses de investigación, a fiscalía confirmó mediante una prueba de ADN que los restos hallados pertenecen al pequeño.
El cuerpo del niño fue entregado a sus familiares en la tarde de ayer jueves, los mismos lo velaron y le dieron cristiana sepultura en la tarde de este viernes, en donde sus seres queridos y amigos lo acompañaron hasta su última morada en el cementerio de Sur.
La fiscal Fátima Girala, quien lleva el caso dijo a NPY, que no se pudo determinar la causa de la muerte del menor, ya que no se encontraron en el lugar los órganos, ni el cráneo para poder realizar una autopsia, por lo que solo fueron encontrados restos de piel y huesos.
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