En Inglaterra no dudan en decir que se trata de un milagro. Y realmente lo parece. Es que un joven, que fue víctima de una tremenda golpiza, fue diagnosticado con muerte cerebral. El famoso “estado vegetativo”. De hecho, para que su corazón siga latiendo, precisó de una máquina. Y cuando lo iban a desconectar, como para dejarlo morir, ¡despertó!

Todo comenzó en una noche de farra en una discoteca. En ese lugar, en un momento dado, hubo una pelea. James, el protagonista de esta historia, formó parte de la misma. Luego de recibir unos certeros puñetazos, el último de ellos lo hizo perder el equilibrio. Fue ahí que las rodillas le fallaron y cayó para atrás. Se dio un golpe fuertísimo en la cabeza que lo terminó dejando en estado inconsciente.

De emergencia fue llevado a un hospital, donde el panorama que dieron los médicos no fue nada alentador. Tras una semanas, informaron lo peor. El padre de la víctima, Neil Howard-Jones, comentó que los médicos le dijeron que el cerebro de James “estaba muerto y que lo mejor que podíamos hacer era dejarle morir”.

Pero, a pesar del terrible pronóstico, tras 18 meses de star en un coma profundo, el joven de 28 años recuperó el conocimiento, justo minutos antes que lo desconectaran de la máquina que lo mantenía vivo.

Eso sí, no todo es color de rosas. Su condición lo ha dejado física y mentalmente discapacitado. El padre del joven detalló que de momento su hijo necesita ayuda para levantarse la cama e ir al baño y se traslada en una silla de ruedas aunque sólo la puede usar durante algunas horas debido a que se cansa demasiado.

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