La leyenda del chofer fantasma se hizo realidad en la noche del viernes, a eso de las 22:30, cuando un camión “entró” sin permiso dentro de una propiedad privada. El accidente fue una desgracia con suerte ya que no llegó a impactar por la vivienda, pero destrozó todo lo que había en su camino.
Semejante alboroto y destrozo hicieron que los vecinos del lugar atropellaran la cabina del rodado, abrieran la puerta, pero oh sorpresa… el conductor, de dónde. En eso llegó todo sudoroso al sitio el señor Alfredo Wisik, que había sido era el chofer “fantasma”. Contó que se bajó del rodado para revisar un desperfecto y de repente, el camión odispará ha’eño y terminó su loca carrera en la casa ajena.
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