- COMENZAMOS BIEN, PERO… Paraguay no aprovechó las claras situaciones de gol en la primera parte y Brasil no nos perdonó. Nos comimos tres y venimos a casa con las manos vacías
Se apagó la ilusión. La chance de hacer historia en tierras brasileñas estaba latente, más aún por lo que se vio en la primera parte del partido. Paraguay le jugaba de igual a igual en algunos pasajes y obligaba al error a los rapais. La chance más clara estuvo en el pie de Derlis González, quien remató cruzado y afuera. Otra aproximación de Hernán Pérez nos daba aire de optimismo, pero nuevamente dejábamos pasar.
Perdonar a estos equipos se paga caro y Phillipe Coutinho comenzaba a pasar factura con el primer tanto, tras una pared mágica con Neymar. El murallón albirrojo se derrumbó y bastó solo una jugada de los locales.
Empujado por su público -y ni qué decir por el árbitro Víctor Carrillo- los rapais metieron quinta y nos sobrepasaron en todos los sectores. A pesar del penal atajado por Antony Silva (tras una inexistente falta cobrada por el réfere peruano), Neymar y Marcelo decoraron el marcador para un 3-0 doloroso y que nos deja al borde del precipicio.
La situación sigue complicada y más que nunca la calculadora nos acompañará hasta donde se apague la esperanza. Mientras queden chances, hay que pelearla mante.
PAULINHO
Amo y señor de la mitad de la cancha. Solo le faltó el gol para cerrar un partido perfecto.
VÍCTOR CARRILLO
Por momentos se convirtió en un jugador más de Brasil. Lamentable actuación, como siempre.
CONTUNDENCIA
Ante la ineficacia del ataque albirrojo en la primera parte, se hizo presente la supremacía ofensiva de los rapais. En un solo ataque, ya hicieron diferencia.
DESEQUILIBRIO
Neymar, Phillipe Coutinho y Firmino se llevaron todo por delante, respaldados en la contención perfecta de la dupla Casemiro-Paulinho.
LAMENTABLE
El peruano Víctor Carrillo, localista como él solo, estuvo desacertado en varias ocasiones y hasta regaló un penal a los locales.
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