El presidente de Sportivo Trinidense, Alberto Brisco, acusó al cuarteto arbitral (integrado por Mario Díaz de Vivar, Milciades Saldívar, José Villagra y Marco Franco) de favorecer al Rubio Ñu en el clásico de Trinidad celebrado el pasado lunes en “La Arboleda”.
“Ayer hubo una manito de los amigos árbitros al otro equipo. El arquero de Rubio Ñu (Torresagasti) cruzó toda la cancha, agarró del cuello a nuestro jugador y el réfere le mostró una amarilla. Desde que arrancó el partido los hinchas de Rubio Ñu arrojaron botellas e insultaron al banco de Trinidense”, dijo el dirigente.
Sobre el moquete que hubo en las gradas entre hinchas de ambos equipo, aclaró: “Entre 10 le pegaron a uno solo, al padre de Ariel Schuartzman”.
A MUERTE
Alberto Brisco aseguró que no le regalarán nada a Luqueño, su último rival en su estadía en la División de Honor.
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