Quiere más oportunidades para las mujeres. “Hay muchas chicas que tienen mucho talento y no tienen chance de mostrarse” asegura Mara, quien resalta que las puertas nunca están abiertas. “Muchas veces tenés que rebuscarte o trabajar en otra cosa para sobrevivir”, contó.

Sueldos millonarios. Autos últimos modelos de “regalo”. Vidas cargadas de lujos. Casas majestuosas. Muchos son los futbolistas que tienen todo esto en la vida gracias a correr detrás de una pelota. Sin embargo, cuando se cambia de género, se degenera todo.

“Está muy difícil todo. Es todo a pulmón. Es más bien por querer jugar. No tenés un sueldo que te permita vivir en trabajar. Después podés pensar en jugar. O bien te rebuscás jugando por varios equipos ya sea en salón o en campo”, comienza contando Mara Andrea Talavera, una pelotera que supo salir campeona con el Ciclón, que pateó en fútbol de playa con la selección y hasta participó de una cita mundialista.

“Una siempre quiere tener una oportunidad. El sueño nuestro es poder ir algún día a jugar en otro país. Y para eso necesitás mostrarte. Pero yo, por ejemplo, que soy del interior, tengo menos posibilidades. Hay que salir a rebuscarse porque ser futbolista (femenino) y mantenerte con eso es imposible”, asegura.

Pero, con lo que se saca de un equipo de Primera, ¿no alcanza? Mara confiesa que “para alguien como yo que no es de Asunción, no me va a dar para vivir. Imaginate todos los gastos que voy a tener y lo que te pagan no alcanza. Yo por ejemplo me hago de plata gracias a que juego como refuerzo en algunos clubes (de la zona), o fútbol de salón. La gente que me conoce me llama y me dice ‘vení a jugar y te vamos a dar tanto’. Y si todo va bien incluso te dan un extra y con eso salvás”.

Mara cuenta que “ser figuretti en el fútbol femenino no sirve. Yo no soy chupamedias ni estoy detrás de nadie. Yo tengo capacidad. Acá todo es a base de contactos. Y si no tenés contactos… Hay muchas chicas que tienen mucho talento y no tienen chance de mostrarse, pero muchas veces tenés que rebuscarte o trabajar en otra cosa para sobrevivir”.

Desde muy chica y con un título

Aun siendo muy chiquita, Mara Andrea Talavera (nacida el 6/9/91) tuvo la chance de debutar en el fútbol femenino. “A los 13 años empecé a jugar en la escuela de fútbol. De ahí pasé a UAA, donde debuté con mi primer fichaje. Siendo menor de edad entré y estuve como 5 años”, recuerda la delantera o volante por izquierda. Después pasé a Cerro, donde salimos campeonas”, he’i.

Con curriculum mundialista

Después de jugar en el Ciclón tuve un inconveniente personal “que me tuvo fuera de las canchas por dos años. Pero ahora estoy para jugar en el Athletic (de Encarnación) que es acá, de mi ciudad”. Tuvo la chance de jugar el Mundial de Catalunya en Futsal 2017 y de estar en el Mundial Sub 17 femenino de Nueva Zelanda.

Un orgullo de la Perla del Sur

Una de las cosas que más emocionan a Mara es saber que es la única encarnacena capaz de haber llegado tan lejos en el fútbol femenino. Hoy vive en la ciudad que la vio nacer, donde sigue en la lucha de seguir haciendo lo que tanto ama y aprovechar alguna oportunidad que se le presente en la vida para destacarse en el fútbol.