• POR JUAN VICENTE DUARTE

Tenía solo 18 años cuando debutó en Primera División y nada menos que con la casaca de Olimpia. Con su 1,80 de estatura y un potencial enorme, Osmar de la Cruz Molinas González se perfilaba como un mediocampista todoterreno. Hoy, a punto de cumplir 33 años, el capiateño hace un repaso de su carrera con nuestro diario y afirma que todavía está con las pilas cargadas para seguir correteando la pelota.

– ¿Estás en la etapa final de tu carrera o todavía estás para seguir por mucho tiempo Osmar?

– Para decirte la verdad, ahora que estoy por cumplir 33 años todavía siento que tengo un trecho para seguir jugando. Creo que si me pongo las pilas lo voy a conseguir. Ganas todavía tengo. Mi idea era empezar esta temporada con Capiatá en la Intermedia, afianzarme y procurar nuevamente hacerme un hueco en un equipo de Primera, pero este tema de la pandemia atajó todo.

– ¿Si tuvieras que elegir un club donde fuiste realmente feliz, cuál sería?

– Ufff… me ponés en un aprieto, jaja. Tanto a Olimpia como a Libertad les debo mucho. Olimpia me vio nacer, le debo el hecho de haberme hecho un jugador profesional y viví momentos muy buenos ahí. Y Libertad porque me revivió de vuelta, pude conseguir títulos ahí, ser bicampeón, pude jugar una semifinal de Copa Sudamericana… pero en los dos clubes pasé cosas muy buenas.

– ¿Recordás cuál fue el momento más complicado de tu carrera?

– Sin dudas, aquella lesión en el 2009 cuando estaba en Olimpia. Me rompí la pierna y pensé que ya no iba volver a jugar. Pero gracias a Dios me recuperé bien, volví a jugar, me convocaron a la selección y me mantuve siempre en buen nivel. Son cosas positivas que me pasaron.

SIETE CLUBES. Olimpia (2005-2011), Colo Colo (2011-2012), Libertad (2012-2016), Sol de América (2017), Independiente (2018), Santaní (2018) y Capiatá (2019–).

POCOS GOLES. “Moli” hizo pocos goles en su carrera. Dos en Olimpia (uno en un clásico ante Cerro), uno en Colo Colo y uno en Libertad, sumando cuatro en total.

Este año se recibe como flamante DT

Molinas seguirá de alguna manera ligado al fútbol, una vez que se retire. Así como varios jugadores, ya está siguiendo la carrera de Director Técnico, aunque por ahora no se están llevando las clases a causa de la pandemia. “Este año tendría que terminar, pero no sabemos todavía”, apuntó el mediocampista.

Aquel fatídico gol en contra que lo marginó de Colo Colo

En muchas de las entrevistas que dio a medios locales y de afuera, “Moli” siempre recuerda el partido en el que metió un gol en contra jugando por Colo Colo, que prácticamente lo marginó de la titularidad del cuadro “cacique”.

“Yo llegué al club y estaba el “Tolo” Gallego. Después llegó Ivo Basay y comencé a jugar, hasta que jugamos aquel clásico con la “U” de Chile de Sampaoli, que tenía un equipazo. Estábamos ganando 1-0 y el árbitro adicionó como 13 minutos.

Ahí fue que me mandé un gol en contra, que prácticamente me condenó. Después jugué dos partidos más de titular, pero ya no fue lo mismo, hasta que rescindí y vine a Libertad”, recordó el volante.

“Ahora soy cocinero, repaso la casa, riego las plantas, de todo”

Esta época de cuarentena obliga a hacer de todo en la casa y Molinas no es la excepción. Con un hijo en edad escolar, reparte sus horas entre reacondicionamiento físico y tareas del hogar. “Ndi, ahora hago de todo, hago asado, arrepasá che róga, riego las plantas y prácticamente me paso haciendo tareas escolares con mi hijo.

De todas formas, no podemos salir demasiado porque tenemos hijos pequeños y tenemos que cuidarnos también. Está difícil la situación, con mi señora tratamos de ayudar a la gente menos favorecida, porque hay mucha necesidad. Colaboramos en lo que podemos con las ollas populares que se hacen acá en el barrio”, refirió.

Momentos buenos y malos en Olimpia y también en el Guma

Osmar vivió las dos caras de la moneda, tanto en Olimpia como en Libertad. “De Olimpia no salí muy bien como hubiera deseado, fue cuando Marcelo Recanate agarró la presidencia y de ahí que se dio mi fichaje por Colo Colo”, recordó. “Moli” tampoco salió por la puerta grande del Guma, luego de que junto con otros compañeros fueron bajados a la Reserva por negarse a renovar sus vínculos.

“Estábamos el “Pollo” (Recalde, hoy en Olimpia), “Ganso” (Pedro Benítez), Miguel Paniagua y otro compañero. Ya un poco antes, mi hijo se me enfermó y tuve un bajón. Y bueno, cuando no estás bien en un equipo grande, terminás relegado. Fue ahí que primero fui a Sol y luego a Independiente”, agregó.

Las cábalas quedaron atrás y ahora “añembo’e porã chupe”

Molinas no tuvo dramas en reconocer que antes era bastante cabalero, pero que ahora eso queda atrás. “Tenía la costumbre de usar el mismo bóxer y además usaba el mismo botín en todos los partidos, pero con el tiempo uno se da cuenta que eso no cuenta demasiado. Ahora lo que hago es encomendarme bien a Dios y entro a jugar. Añembo’e porã chupe y listo”, le bajó.

Tampoco es de lo que piden cambiar camisetas con sus rivales. “No soy de pedir mucho. Tengo una de Rodolfo Gamarra, de Coutinho cuando estuve con la selección ante Brasil en la Copa América del 2015, una de Rumania cuando jugamos un amistoso, otra de Gustavo Gómez del Milan y nada más”, le bajó.

El “Mago”, “Tata” Martino y Carlos Humberto, referentes

“Moli” tampoco evitó hablar de sus referentes en el fútbol y primeramente recordó al “Mago” Guido Alvarenga. “Marcaba la diferencia. Yo estaba en la Reserva de Olimpia y lo veía jugar, era un jugadorazo.

Igual, tuve la suerte de jugar con varios buenos jugadores, “Mao” Molina, Martín Ligüera, Rodrigo López, Sa-Sa, Roque Santa Cruz, Nelson Haedo, Justo Villar y de ser dirigido por un técnico como el “Tata” Martino, que fue uno de los mejores de mi carrera.

En mi puesto rescato a Carlos Humberto Paredes, con el que tuve la suerte de jugar”. Tampoco se olvidó de los grandes amigos que le dio el fútbol. “Fueron muchos, Claudio Vargas, Sa-Sa, “Ganso” Benítez, Víctor Hugo Mareco que es mi kape, con los que sigo hablando siempre”, refirió finalmente.