Pintaba para crack, pero se quedó por el camino. Es la historia de vida de Néstor Ayala, aquel delantero que surgió del Sportivo Luqueño y que explotó futbolísticamente hablando en el fútbol argentino.
Sus goles lo llevaron a la selección nacional y ese proceso inolvidable con Gerardo Martino. “Wanchope” iba a ir al Mundial, pero una falla con el “Tata” fue determinante. “Por una indisciplina mía no pude ir al Mundial de Sudáfrica. El profe nos dio un permiso y pasé el horario, llegué dos horas después y él era muy exigente, pero me habló bien, como un caballero se portó conmigo y me dijo que no me iba a tener en cuenta”, comentó Ayala en la 970 AM.
Obviamente, el arrepentimiento sigue latente en el delantero. “Por eso quiero enseñarles a los chicos para que no cometan los errores que yo cometí en su momento”, agregó después.
El ex Tigre de Argentina estaba trabajando con una escuela de fútbol en su barrio Kamba Kua y por el tema de la pandemia se le fue al tacho ese proyecto.
FÚTBOL
Néstor Ayala no colgó los botines oficialmente. Comentó que estaba chutando en el interior, en un club de Arroyos y Esteros.
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