Julio González, defensor compatriota del Necaxa de México, contó en esta nota el camino complicado que recorrió para surgir en el fútbol.

• Por Arturo Rojas
• @RojaArturopy

Hoy está allá, haciendo de las suyas en México y destacándose en Necaxa. Pero ayer, más bien, años atrás, la idea de ser futbolista profesional tuvo innumerables obstáculos. En esta nota con Crónica, Julio González (28) habló sobre eso en estas siguientes líneas.

“Fui a probar en Olimpia cuando tenía 15 años, me ficharon pero no pude quedarme en el club porque no tenía a donde vivir, cuando eso no había pensión todavía en el club y tuve que volver” dijo Julio, que es oriundo de Encarnación.

De ahí, Julio estuvo cuatro años sin jugar en un club profesionalmente y tuvo que rebuscarse… “Me fui a jugar en un club de la Liga frameña, cada domingo me iba en moto y durante la semana me dedicaba a entrenar nomás en Encarnación, pasé de todo legalmente”, agregó.

De Encarnación a Fram, 45 minutos en moto, parece muy posible, pero a veces… “Había jornadas que terminaban muy tarde los partidos, volvía de noche, o si no llovía fuerte por el camino y para no accidentarme me quedaba nomás al costado a esperar que escampe, son grandes sacrificios pero todo hacía por amor al fútbol”, contó.

Toda esa travesía hoy lo tiene muy en cuenta González. “Volví a ir por ese camino después de grande, de haber llegado a Primera, y me acuerdo de esos días que volvía con lluvia o de noche, y digo… uff, sí que pasé de todo, pero por suerte siempre estuve fuerte mentalmente para llegar”, remató Julio, que no se rindió nunca y disfruta de la profesión que siempre soñó.

CLUBES

Julio González jugó en Olimpia (Sub 20), Carapeguá, General Díaz y Defensa y Justicia (Argentina).

ACTUAL

Julio González es uno de los pilares de Necaxa de México, donde incluso llegó a ser capitán de equipo.

“Lo que daría por defender a mi país”, he’i

Cuando le preguntamos a Julio González sobre la posibilidad de vestir la Albirroja, la emoción no pudo estar ausente. “¡Lo que daría por defender a mi país!, como todo paraguayo es lo que más quiero como futbolista, por eso trabajo duro día a día para estar en el ruido, como se dice. Pero sé que tarde o temprano voy a tener esa posibilidad, depende exclusivamente de mí eso”, comentó.

Si bien González es central, también puede ser lateral derecho. ¡Atenti Berizzo!

Hizo hasta de “panadero” para ayudar a sus padres

La frustración de no poder jugar en Olimpia lo llevó a Julio González a tener que trabajar en Encarnación en otras cosas. Por suerte, su papá tenía una panadería donde podía ayudar.

“Como ya era un poco grande me puse a trabajar con mi papá, que tenía una panadería, le ayudaba para tener algo de platita mientras me dedicaba a entrenar”, comentó.

De ahí que, otra motivación aparte que tiene Julio es su familia. “Siempre trato de ayudarles a mis padres, que no les falte nada, hay que ser agradecidos en la vida”, comentó.

Lejos de los vicios, siempre cerquita del deporte “rey”

Un ejemplo a seguir. Julio González, además de recorrer kilómetros en moto por amor al fútbol, también tuvo la fortaleza mental para no caer en otros males. “Por suerte puedo decir que no tengo ni un vicio, los amigos que tenían en mi barrio sí compartían bebidas algunas que otras veces, pero nunca me gustó, siempre tenía la cabeza puesta en ser futbolista nomás y sabía que podía impedir eso. El cuidado, el no trasnochar, todo eso suma para llegar lejos en el fútbol”, reconoció el exdefensor de General Díaz.