El arquero de Trinidense es el pionero en la cría de las gallinas ponedoras, pero ahora no está solo, Nelson Haedo Valdez es su competencia más grande. Crónica te cuenta cómo funciona el negocio.

POR OSCAR PATIÑO RIVEROS

El covid-19 enseñó a los futbolistas lo importante que es, a más de patear un balón, saber hacer otras cosas, tener otra fuente de ingreso, ser multifacético. Pero algunos ya lo aprendieron mucho antes de la aparición de la pandemia y uno de ellos es Arístides Florentín, arquero del Sportivo Trinidense, quien desde el 2018 tiene una granja donde cría gallinas ponedoras, negocio que le “salvó” en el 2020, año en que no se disputaron ninguno de los torneos de ascenso organizados por la APF.

Crónica habló con él sobre sus inicios en esta actividad comercial, todo lo que le enseñó la pandemia y la competencia que hay hoy en día en el rubro, sobre todo después de la incursión de Nelson Haedo Valdez.

“El año pasado nosotros, en Sportivo Trinidense, hicimos una gran pretemporada y a una semana del inicio del torneo nos quedamos sin nada, nos quedamos sin trabajo. Después se dijo que había alguna posibilidad de que el torneo se dispute, pero los meses fueron pasando y nunca se concretó, hasta que se anunció la suspensión definitiva. Fue muy duro para todos”, apuntó.

La institución de Trinidad pese a todo cumplió con sus jugadores y les pagó el 50% del sueldo hasta el mes de octubre. Sin embargo, con ese dinero era difícil cubrir todos los gastos de la familia, fue allí donde los atletas que tienen negocio propio comprendieron la importancia de tener una segunda fuente de ingreso.

El arquero del elenco de la ciudad de Trinidad se dedica a la venta de huevos, al respecto dijo: “A mí me fue bien el año pasado pese a la pandemia porque los precios de los productos que yo tengo subieron. Tengo una granja, allí crío gallinas ponedoras y vendo huevos al por mayor y menor”.

“Muchísimos llamaron para  que les ayude”

La desesperación de los futbolistas fue tanta el año pasado que al no haber torneo la mayoría no tenía ingreso, en ese momento muchos le llamaron a Florentín para pedirle ayuda. “Muchísimos jugadores llamaron para que les ayude, me pidieron que les dé huevos para que ellos vuelvan a vender y así generar ingresos. No era fácil la situación porque para que te vaya bien en este negocio tenés que entender del tema”, apuntó.

“Nelson es gran competencia porque él trabaja a lo grande”

Otro de los futbolistas que se metió en el citado rubro es Nelson Haedo Valdez, exjugador de Cerro Porteño. Al ser consultado sobre su colega, Arístides mencionó: “La verdad que Nelson Haedo Valdez es una gran competencia porque él trabaja a lo grande, pero estoy contento de que le vaya bien. Además, creo que él le dio trabajo a otros jugadores también”, remarcó.

Florentín es hijo de campesinos, “mi papá siempre, toda su vida trabajó en el campo. Él se dedica a producir verduras como locote, tomate, etc. Él cuida la granja cuando yo estoy en Asunción”, he’i.

Un año dejó  la pelota y juntó algodón he’i

El pelotero se inició “tarde” en el fútbol, tenía 20 años cuando comenzó a atajar en el club 15 de Agosto, de Caaguazú, pero las pocas oportunidades que tuvo hizo que deje el fútbol por un año.

“Comencé a los 20 años en un club de Caaguazú, pero tenía pocas oportunidades, así que dejé todo y me fui a cosechar algodón con mi papá, aprendí mucho allí. Después retomé y ya no paré más. Tuve la suerte de jugar en Fernando de la Mora, Cerro de Franco, General Díaz, 12 de Octubre y Luqueño. También pasé por el fútbol de Bolivia, estuve en Nacional de Potosí y Real Potosí”, sentenció.

“La altura no es un mito, es real y complicado”

En Bolivia pasó por dos de los clubes de Potosí, ciudad ubicada en la altura, Nacional y Real Potosí. Sobre esas experiencias dijo, “en Bolivia me fue bien. Me costó jugar en la altura en principio, después ya me acostumbré. La altura no es un mito, es real y complicado. Al principio yo sufrí presión alta, me sangraba la nariz, no podía correr. Probé el té de coca y me hizo bien, allá todo el mundo lo toma. La experiencia fue buena”, acotó.

LO DIJO

“A mí me fue bien el año pasado pese a la pandemia porque los precios de los productos que yo tengo subieron. Tengo una granja, allí crío gallinas ponedoras y vendo huevos al por mayor y menor”

ARÍSTIDES FLORENTÍN

Arquero de Trinidense