La diferencia fue muy grande, el Atlético Nacional de Medellín (Colombia) hizo mejor las cosas que Guaraní y se llevó una merecida victoria por 2-0 en juego de ida por la fase 2 de la Copa.
Si no fuese por Servio, la diferencia hubiese sido mucho mayor para los colombianos.
En el primer tiempo el equipo colombiano jugó mucho mejor, se adueño del cotejo y prácticamente no sintió el hecho de estar jugando de visitante. Desde el pitazo inicial presionó en la salida al “Indio”, forzó el error y generó varias ocasiones de gol, algunas fueron abortadas por la defensa y otras por el arquero Servio. Hasta que a los 23’ se cumplió lo que señala una de las frases más célebres del mundo, “tanto va agua al cántaro que se rompe”, tanto le facilitó Guaraní a Nacional que sucedió, los “cafeteros” marcaron el anhelado gol de visitante.
Jarlan Barrera tomó el balón dentro del área, sacó el disparo y la pelota fue desviada por Alexis Villalba, quien así venció a su propio arquero.
En la complementaria, el dueño de casa intentó reaccionar, los primeros minutos metió al elenco “cafetero” en su arco y generó un par de ocasiones de gol, pero eso duró muy poco y los de Medellín rápidamente se volvieron a adueñar del partido. A los 51’ de la 2.ª etapa, Bryan Rovira puso el 2-0 final de tiro libre. Hubo una diferencia de jerarquía y eso en la Copa, se nota.
Costas y Alex, dos técnicos muy distintos
Una vez más Gustavo Costas “se volvió loco” anoche durante la disputa del partido, a lo largo de los 90 minutos corrió de un costado para el otro, gritó, gesticuló y se puso nervioso. A su lado, el DT de Atlético Nacional, Alexandre Guimaraes, fue todo lo contrario, estaba más tranquilo que agua de pozo. Dos grandes técnicos, dos maneras diferentes de vivir el fútbol.
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