El varias veces campeón con Cerro Porteño habló con Crónica y reveló porqué después de colgar los botines se alejó de toda actividad que tenga que ver con el deporte rey.

• POR OSCAR PATIÑO RIVEROS

Dicen que el que es “atrapado” por el fútbol nunca más le suelta la mano al deporte rey, es así que la mayoría de los exfutbolistas se convierten en técnicos, otros trabajan como representantes de jugadores, algunos ingresan al mundo de la dirigencia y un puñado de exatletas (caso Ronaldo Nazario y David Beckham) hasta compraron un club.

Pero hay excepciones y la excepción confirma la regla. Algunos de los que se dedicaron años “a la pelota”, después de colgar los botines ya no quieren saber nada del fútbol y uno de ellos es el pilarense Lorenzo Monges González (49 años).

Nació en Pilar, capital del departamento de Ñeembucú, el 10 de agosto de 1971, comenzó en el club 1º de Mayo de Pilar y con 19 años, en 1990, fichó por Libertad.

Para él hay un jugador que le abrió las puertas del mundo del fútbol a todos los pilarenses y ese es Roberto “La Pantera” Cabañas. “Fue uno de los mejores, él le abrió las puertas del fútbol de la capital y del exterior a todos los pilarenses, tuve la suerte de jugar con él en Libertad”, dijo Lorenzo en charla con Crónica.

En el segundo semestre de 1996 pasó a Cerro Porteño y ese mismo año ganó el torneo Clausura y luego la finalísima ante Guaraní (que había sido campeón del Apertura). En 1997 y 1998 volvió a ser campeón con el Ciclón, con el agregado que en ese 1998 llegaron a la semifinal de la Copa Libertadores de América y perdieron en penales ante Barcelona de Ecuador.

Hoy día vive en su natal Pilar, tranquilo y se dedica 100% a su negocio; un autoservice o minimercado. Confesó que le llamaron de Cerro Porteño para trabajar en el club, pero rechazó. “Me llamaron de Cerro Porteño, pero no quise meterme, estoy bien lejos del fútbol. Quiero estar tranquilo, quiero una vida tranquila”, confesó.

“Fue increíble cómo se perdió esa semifinal”

No existe un solo hincha del Ciclón que no recuerde el cruce ante Barcelona de Ecuador por la semifinales de la Copa Libertadores de América de 1998, Lorenzo lo tiene gravado en su memoria, así recordó aquel partido en Asunción. “Fue increíble cómo se perdió esa semifinal, yo jugué en Ecuador y en la revancha el DT (Carlos Báez) no me puso. Después del partido le reclamé al técnico”, he’i.

Se fue a trabajar a España, pero volvió a despedirse de su mamá

En el año 2005 Monges viajó a España en busca de un futuro mejor, fue a jugar fútbol en un equipo amateur y al mismo tiempo trabajaba en un bar. “Me fue bien allá, el bar era de unos amigos. Estuve 8 años y luego volví porque mi mamá me lo pidió. Ella tenía algunos problemas de salud y me pidió que regrese. Mi vuelta se dio en mayo de 2013 y el 12 de junio de ese 2013 falleció mi mamá (Silvia Catalina González), quería despedirse de mí”, contó emocionado el exatleta de Cerro Porteño. En su paso por Europa hizo muchos contactos, pero aún así no quiere saber nada del mundo de la “pelota” hoy en día.

“Los clásicos eran a muerte”

Desde su punto de vista, gran parte del fútbol de hoy es pura publicidad y puso como ejemplo lo que pasa en los clásicos de nuestro país actualmente. “Antes los clásicos eran a muerte, se dejaba el alma en la cancha y ahora es todo publicidad. Antes se jugaba más al fútbol y ahora el VAR corta mucho el juego. El VAR se equivoca y daña al fútbol”, señaló.

Sobre su experiencia en España contó una anécdota: “Fui a ver un partido al Santiago Bernabeu y allí dije, estos no son más que nosotros, lo único que cambia es el escenario”, lanzó.