El exfutbolista luqueño habló con Crónica y contó detalles de lo que tanto él como Romerito no lograron alcanzar con la casaca de chanchón.

• Por Ricardo Núñez

El expelotero Diego Cabrera es un luqueño de cuna, incluso hasta nació cerca del “Feliciano Cáceres”. Cabrera fue uno de los productos exitosos del semillero auriazul. Defendió la casaca del “Chanchón” con casi diez años de trayectoria, portando en varias ocasiones la capitanía del club.

Cabrera tuvo la oportunidad de coronar su carrera futbolística logrando un preciado título en el club de sus amores, pero lamentablemente no fue así: “En la campaña del 96 teníamos todo. Nuestra estrella principal era Julio César Romero (Romerito), que todos sabíamos de su rica historia, incluso ya había campeonado hasta con Olimpia”, soltó.

“Llegamos a la final contra uno de los grandes en aquel entonces. Guaraní era el favorito, pero nosotros vinimos con hambre de gloria”, historió el exdefensor. Cabe resaltar que Romerito estaba a punto de colgar los botines, pero no quería hacerlo sin antes regalarle un trofeo al club que le vio nacer, el Sportivo Luqueño. “Fue un partido de ida y vuelta y lo pudo haber ganado cualquiera. Teníamos que definirlo en los penales y, lastimosamente, el destino no quiso que el título sea para nosotros”, recordó el expelotero.

“En la siguiente temporada volvimos a hacer una excelente campaña, hasta que llegamos a la semifinal contra Cerro Corá y de vuelta tuvimos que definirlo a través del punto penal. Fue increíble cómo otra vez no se nos volvió a dar. Por lo visto teníamos una maldición con los penales”, exaltó el referente auriazul, quien luego también capitaneó a su equipo en los cotejos de carácter internacional en la Sudamericana.

En el club se necesita poner “orden”, tiró

Diego Cabrera también dio su punto de vista a lo que se refiere a la actualidad dirigencial del ente “azul y oro”. “Para pensar en metas a largo plazo, primeramente hay que centrarse en el orden en cuanto a la dirigencia de la institución. Hace un buen tiempo que el club no la está pasando muy bien en lo administrativo y eso, obviamente, también influye en lo futbolístico, porque los jugadores no se sienten seguros de dónde están parados. Esperemos que el nuevo presidente trabajé arduamente en eso”, tiró.

En su mejor gol lo asistió el gran “10”

El exdefensor y también mediocampista tapón de Luqueño también recordó el gol que hasta hoy día no se le borra de la mente. “Fue un partido contra el Presidente Hayes, en un partido complicadísimo, Romerito desbordó por la banda derecha y me tiró un centro a media altura. Se me ocurrió definir de media chilena y fue un golazo. Fue puro ingenio y todo en cuestión de segundos”, le bajó.

“El VAR le quita todas las emociones al fútbol”, he’i

El expelotero auriazul también hizo énfasis a la incursión del VAR en el balompié de nuestros tiempos. “El VAR le quita las emociones al fútbol. Este deporte siempre se destacó por su picardía y polémica y es que como que esta tecnología lo está desnaturalizando. Incluso, los referís no suelen tomar buenas decisiones, es muy preocupante”, tiró. Cabrera, hoy día, se desempeña como coordinador de las formativas de Luqueño.