Par-ti-da-zo. Para un lunero estuvo purete. Porque Luqueño y River brindaron un espectáculo de la gran siente en un chute que tuvo de todo. Cuatro golazos, cambio de réfere, un expulsado, un japi feroz y un empate que al final fue justo.
El 2-2 se justificó en todo sentido. Porque Luqueño fue mejor desde el comienzo y logró marcar la diferencia gracias a Villalba luego de un córner “peinado” por Beltrán. River reaccionó como pudo y sobre el final convirtió un golazo que fue anulado por el VAR.
Sin embargo, el “Kure Luque” fue el que nuevamente golpeó ya con árbitro cambiado. Alipio Colmán no pudo seguir y lo reemplazó Juliadoza, que ejercía de cuarto árbitro. Tras una gran jugada personal, fue Beltrán el que puso el 2-0.
Cuando ya se llegaba al tramo final, Dionicio Pérez logró el descuento y dejaba el partido abierto. El “Loco” fue un gladiador total y el que más fe tuvo para evitar la derrota. El empate llegó de la manera menos pensada. Juanito Alfonso, arquero del “Chanchón”, regaló una pelota que Marcelo González pellizcó y el arquero le cometió penal. Pablo Zeballos no perdonó y puso el 2-2 final. Sabor a derrota para Luqueño, pero mérito enorme de su rival, que nunca se entregó.
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