Jugando por Luqueño, y ante la mirada del entonces DT albirrojo Valdir Espinosa, se accidentó en la cancha y perdió la posibilidad de ser convocado a la sele guasu.

• POR GERARDO BENÍTEZ MONGES

Jorge Gill es uno de los expeloteros que chutaron en la década del 80 y 90 y que pasaron por muchas situaciones buenas y malas detrás de la pelota. El exluqueño y de otros clubes de nuestra capital y del interior habló con Crónica y contó lo mejor que le dio el fútbol, su accidente en la cancha y las diversas anécdotas que le tocaron vivir, especialmente con su extécnico, don Carlos Arce, a quien consideró una persona íntegra, un profesional de primera y un gran maestro.

Gill comenzó su andar en el peloteo, chutando en el 30 de Agosto de Nueva Italia, de ahí pasó a River Plate gracias a Alicio Solalinde para rumbear hacia la “República” en el año 1989, para quedarse por 11 años a vestir la casaca auriazul.

Uno de los sucesos no tan agradables le pasó en el 93, cuando en un partido Luqueño-Guaraní chocó en un duelo aéreo con Felipe Nery Franco, sufriendo un fuerte golpe en el rostro. “Fue un accidente, cosas que pasan en el fútbol”, contó.

Recordó que para ese partido el entonces presidente del club, Juan Darío Cáceres, le contó que el técnico de la selección nacional, el rapai Valdir Espinosa, iba a estar vicheando, entre otros peloteros, a él también. “Este partido es tuyo me dijo, entré bien concentrado y dispuesto a hacer un buen partido, pero me pasó ese accidente, cuando me disponía a saltar con Franco. Ahí nomás ya me llevaron al sanatorio, ya no sentí nada, fue una lástima, no quiso ser. Pude haber ido a la selección, pero me accidenté. Son cosas que pasan”, reiteró.

“Gracias a Dios, todo salió bien y en ocho meses más ya volví a jugar como si nada”, contó Jorge, que gran parte de su rostro tiene platino, más 64 puntos que le dejó la operación.

Chutó en San Luis de Potosí, que también era auriazul

Lució la casaca del Sportivo Luqueño por 11 largos años, pero en 1994 se dio un hecho curioso en su carrera deportiva. Pasó al club San Luis Potosí de México, donde los colores de la casaca son los mismos que del Chanchón. “Ahí estuve poco tiempo, pero no me quejo. Incluso había posibilidad de extender mi contrato con el club, pero ya no hubo acuerdo entre los presidentes de ambos clubes; así que, retorné a Luqueño”, indicó el exfutbolista.

Las anécdotas con Carlos Arce, sensacionales

Jorge Gill, quien ahora labura tranquilo en el Hospital Materno Infantil de Limpio, conduciendo un móvil de la institución para cuestiones administrativas, recordó varias anécdotas con su exentrenador, el ya desaparecido don Carlos Arce.

“Un día íbamos por la calle en su auto, y bocinazos de aquí para allá por parte de la gente. Le dije, profe, parece que nos vamos en contramano, a lo que me respondió ‘nos bocinan porque nos conocen nomás’, pero en verdad íbamos en contramano” le bajó, destacando que aquello fue lo más simpático que le pasó con don Carlos.

Amaneció malito y marcó dos goles en contra

El exjugador dijo que un día se levantó con el pie izquierdo y durante un chute contra Libertad las cosas le salieron todito mal.

“Ese fue un mal día, hice dos goles en contra y perdimos 3-2 ese partido; pero así como salen mal las cosas, también salen cosas buenas”, indicó para recordar que a la fecha siguiente contra Cerro Corá se mandó dos golazos para el Chanchón, sintiéndose rehabilitado para sus compañeros y la hinchada.

“Son cosas que pasan en el fútbol” agregó, al tiempo de aclarar que nunca le pasó por la cabeza, al dejar el fútbol, seguir ligado a las actividades peloteriles.