El exlateral izquierdo y actual técnico de General Caballero (ZC) habló con Crónica y analizó la realidad del fútbol paraguayo.

POR OSCAR PATIÑO RIVEROS

Roberto Orlando Lugo (53 años) nació el 25 de julio de 1967 en Villa Hayes, comenzó en las Divisiones Inferiores de River Plate, allí compartió equipo con jugadores como José Saturnino Cardozo y Félix Darío León.

En 1990 fue transferido a Mandiyú de Corrientes (Argentina) y en 1994 dio un paso más que importante al pasar a Cerro Porteño; sin embargo, al año siguiente volvió a Mandiyú porque en el Ciclón no tuvo la continuidad que esperaba. En el primer semestre de 1996 jugó en Chaco Forever, equipo del Nacional B de la Argentina, y en la segunda parte del año vistió la casaca de Libertad. En 1997 pasó a Guaraní donde hizo una gran campaña, tanto en el torneo local como la Copa Libertadores de América. En 1998 volvió al fútbol curepa para defender los colores de Huracán de Corrientes y en 1999 volvió a país para jugar en el 12 de Octubre de Itauguá. En el 2000 militó en San Lorenzo y un año después se puso la casaca de Sport Colombia; finalmente colgó los botines en el 2002 defendiendo al club de sus amores, River Plate.

Crónica habló con él sobre su extensa carrera, su trabajo en General Caballero (ZC) y su visión del fútbol paraguayo. “En mi época la agresividad a la hora de jugar era diferente, el fútbol paraguayo siempre se caracterizó por el choque, el roce, la fuerza y eso se perdió.

Hoy día nos hacen goles tontos porque no tenemos agresividad y creo que también influye la falta de concentración”, afirmó el entrenador del “Matarife”.

Hasta no hace mucho tiempo General Caballero (ZC) era un club que estaba en Primera División, compitiendo con Olimpia y Cerro Porteño, pero hoy está en la Primera C, última categoría del fútbol paraguayo. Lugo aseguró que el club se fue a pique luego de la muerte del dirigente Hugo Bogado Vaceque, “No hubo nadie que lo reemplace en forma”, afirmó el DT.

El actual mandamás de General Caballero es Hugo Zaracho, un dirigente del barrio que tomó la institución en una situación muy difícil y está tratando de levantarlo, aunque no es fácil. “El club no tiene socios y el dinero que recibe de la APF no alcanza para cubrir todos los gastos.

Hugo Zaracho, el presidente, es una persona del barrio, que conoce el club y está trabajando de la mejor manera que se puede, pero la situación no es fácil. General debería estar en una categoría más alta”, acotó.

El ex atleta de Cerro Porteño, Guaraní, Libertad, entre otros clubes, destacó que en los últimos años las canchas mejoraron muchísimo en nuestro fútbol; sin embargo, dejamos de hacer algo que en el pasado lo hicimos muy bien y nos dio muy buenos resultados, hablamos del anticipo.

“Las canchas mejoraron mucho, pero hay cosas que ya no se practican como el anticipo y eso no puede ser; en el fútbol el anticipo siempre fue importante y nos ha dado muy buenos resultados, pero no sé por qué se dejó de hacer. Hoy en Paraguay casi ningún equipo lo hace y deberíamos volver a hacerlo”, he’i.

Para el futbolista nacido en Villa Hayes es muy fácil saber cuando alguien no se está cuidando, porque lo que uno proyecta en la cancha es el reflejo de su comportamiento fuera de ella.

“Las canchas mejoraron mucho, pero hay cosas que ya no se practican como el anticipo y eso no puede ser; en el fútbol el anticipo siempre fue importante y nos ha dado muy buenos resultados, pero no sé por qué se dejó de hacer. Hoy en Paraguay casi ningún equipo lo hace y deberíamos volver a hacerlo”, he’i.

Para el futbolista nacido en Villa Hayes es muy fácil saber cuando alguien no se está cuidando, porque lo que uno proyecta en la cancha es el reflejo de su comportamiento fuera de ella.

Desde su punto de vista las claves para un buen rendimiento son la buena alimentación, la preparación en la semana y el buen descanso. “Si un jugador no come bien, no come lo que tiene que comer un atleta, si no entrena bien y además no descansa, no va a rendir, es así de simple. Por eso es fácil saber cuando un jugador no se está cuidando”, afirmó.

Además destacó que al talentoso hay que darle el balón sin muchas instrucciones porque ya sabe lo que tiene que hacer. “Al que sabe jugar hay que dejarlo jugar”, he’i.