El multifacético exportero, técnico y comentarista deportivo compartió con Crónica sus recuerdos sobre aquella segunda y última conquista del Danzarín en 1991

Por Juan V. Duarte

Llegó a Paraguay en 1972 desde su Rosario natal y se quedó para siempre. El “tonito” curepa se mantiene pero él mismo se encargó de aclarar una vez en una entrevista: “Me voy de Paraguay solo si me echan”. Es Héctor Eduardo Corte.

Fue gerente Comercial de una empresa, de dos canales de nuestro país por muchos años, pero su lado futbolero siempre lo tuvo ahí. Primero como arquero, para luego asumir su faceta de técnico.

Y es sobre esa etapa de su vida la que vamos a recordar en esta nota con Crónica. Principalmente sobre su consagración como técnico de Sol de América, en el segundo y último título logrado por la institución danzarina, en el año 1991.

“Yo me recibí de técnico en el 77. Como no tuve la suerte de dirigir a equipos de Primera División, lo hice en el interior y de muchos equipos, hasta que después fui al Martín Ledesma de Capiatá”, recuerda.

Fue en el equipo capiateño donde le empezaron a mirar desde clubes más importantes. “Me contrató San Lorenzo, donde dirigí dos años y medio”. Del “Rayadito” fue a Sol. “Me llamaron a pedirme por favor que vaya con ellos para ayudar al equipo a evitar el descenso”, remarca.

Y llegó la gloria. “Comenzamos a ganar y jugamos el cuadrangular final. Nos tocó jugar con Guaraní y le ganamos, y del otro duelo entre Cerro y Olimpia ganó Cerro. El primer partido final empatamos 1-1 y luego le ganamos 2-1 para lograr el título. Daba gusto verlos jugar, porque lo hacían con alegría y entendieron los que yo les proponía”, remató con orgullo.

COMO JUGADOR
Héctor jugó profesionalmente hasta los 28 años en equipos con Nelwell’s Old Boys y Banfield de la Argentina. En Paraguay, Cerro, Luqueño y Tembetary.

COMO TÉCNICO
Gral. Caballero, Cerro Corá, Juventud, Resistencia, Martín Ledesma, San Lorenzo, Sol de América (campeón), Guaraní, selección paraguaya y Luqueño.

“SOY MUY CERCANO AL JUGADOR, SÉ DE LOS PROBLEMAS QUE TIENE; HASTA LES ORGANIZO LA VIDA SEXUAL PARA QUE NO SE LESIONEN Y EVITEN EL EXCESO”

“No sé si era buen técnico, pero sí que soy un gran motivador”

En Sol encontró gente que necesitaba una sacudida mbarete. “El plantel ya estaba, con grandes jugadores, pero estaban muy abajo en la tabla. Creo que la base de ese logro fue la confianza que comencé a transmitirles, porque yo no sé si era buen técnico, pero sí que soy un gran motivador. Esa fue la clave, creer en nuestras posibilidades y fuimos un equipazo. Imaginate ganar un título entre tres grandes del fútbol paraguayo, fue algo que nos llenó de orgullo”, remarcó.

Ladrillos antes que botines, en un club que priorizaba lo social

Héctor también recordó que en los 90’, Sol tenía un manejo más social que deportivo. “Preferían comprar ladrillos antes que botines”, cuenta. “Recuerdo que antes de la final con Cerro, llego a la concentración y los dirigentes me dicen: ‘Se pudrió todo, no aceptan la cantidad (premio) que les ofrecemos, vamos a jugar con los juveniles’. Bueno, hablé con ellos, les dije que si salían campeones, tenían la posibilidad de ser transferidos y así fue. Gracias a eso, 7 u 8 fueron al exterior”, añadió.

Proceso cortado en la Albirroja por la injerencia de un dirigente

1993. Corte es designado técnico de la Albirroja para la disputa de la Copa América de Ecuador, pero el proceso se corta. “Me dieron esa posibilidad y en Buenos Aires tuve que abandonar el puesto, lo sentí muchísimo. Pero se dio luego de que yo había organizado una práctica y José Medina Sagalés lo suspende. Ahí dije ‘si ahora me suspendés una práctica, mañana tengo que aceptar que me hagas el equipo’. Pude haber callado, pero no iba a aceptar que se interpongan en mi trabajo”, relató.

Confianza en trabajo de Berizzo

A pesar de las críticas que recibe Eduardo Berizzo, al frente de la Albirroja, Corte defiende su trabajo. “Yo lo veo de otra forma, hay una idea de juego que quiere transmitir. El otro día me estaban diciendo que cómo no se le pudo ganar a Uruguay. Y yo digo, Uruguay tiene jugadores repartidos en toda Europa, en clubes importantes. Berizzo está queriendo hacer algo bueno, a veces te sale y otras veces no. Todos podemos hablar delante del pizarrón, pero cuando se mueve la pelotita, todo va cambiando. Ojalá se logre la clasificación, porque hay poco tiempo para elegir y trabajar”, concluyó.