Franco Costa, el “Paqui”, contó sus inicios y cómo tuvo que sacrificarse. “Mientras otros se iban a bailar, yo me preparaba para trabajar al día siguiente”.

• Por Arturo Rojas C.

Chiquito, pero batallador. Franco Costa (29), el futbolista argentino de Nacional, atendió a Crónica para hablar de todo un poco. Sus inicios, los episodios que lo marcaron de la juventud y, sobre todo, el sacrificio enorme que hizo para destacarse en lo que más le gusta: el fútbol.

“Mi familia me ayudaba bastante cuando estuve en las inferiores de Racing, pero hubo un tiempo que ya estaba difícil la cuestión, viajes, pagar pensión, no es fácil”, comentó el “Paqui”, como se lo conoce comúnmente al oriundo de Luján, provincia de Buenos Aires.

Entre semana, futbolista, los finde, un laburador. “Quería generar un dinero extra para no forzar tanto a mi familia, los fines de semana cortaba el pasto de mis vecinos, vendía diarios también, y los domingos me iba a laburar en un parque de diversiones, era de 8 a 20 el horario, ahí detrás de la basílica de Luján, no descansaba prácticamente porque el lunes ya comenzaba de vuelta los entrenamientos”, reconoció Costa.

Pero todo era por el fútbol y para el fútbol. “Mientras otros se iban a bailar, yo me preparaba para trabaja al día siguiente, es parte de esta profesión, yo veo ahora todo lo que pasé y que ya estoy viviendo de esto y no puedo creer, fue duro en su momento pero tuvo sus frutos”, dijo el “Paqui”.

Con el ejemplo se enseña mejor, pero también a veces con mensajes. “Yo soy de hablar con los jóvenes, les digo que aprovechen todo en el fútbol porque estoy es muy corto e incierto, uno no sabe dónde pueda estar mañana, hay que saber vivirlo y valorar el trabajo que se hizo para surgir”, finalizó el ofensivo de Nacional.

El gesto que le marcó para siempre

La juventud de Franco Costa no fue fácil. Chico de barrio, de pocos amigos, pero verdaderos. En este mano a mano contó un gesto que tuvieron sus amigos con él. “Laburaba para comprar unos botines, me acuerdo que era el F50 que usaba Messi, pero no me alcanzaba, y ahí unos amigos me ayudaron, me completaron lo que faltaba y pude tenerlos, fue una alegría inmensa que uno por ahí no dimensiona en ese momento, pero después con el tiempo se valora más”, dijo el tricolor.

“Si no era por mi familia, no iba a ser futbolista”, recordó

Entre los 13 y 15 años, Franco Costa no se dedicó al fútbol, hasta que… “Mi familia es muy futbolera, bastante te diría, y mi viejo me insistía bastante porque siempre quiso que uno de sus hijos llegue a jugar, yo en ese momento no sentía esas ganas de dedicarme a esto, capaz por la edad, pero después que volví a entrenar (en Luján), me salió una prueba para Racing, ahí ya fue otra cosa, ya era más profesional todo y se me prendió la chispa”, confesó.

La familia fue fundamental y hasta hoy día el “Paqui” lo agradece. “Si no era por mi familia, no iba a ser futbolista, eso siempre digo, que gracias a ellos estoy donde estoy ahora, viviendo de lo que más me gusta”, remató.