Lionel Messi tuvo su esperado debut con el Paris Saint-Germain (PSG) ayer domingo contra el Reims (0-2) en Reims, en la 4.ª jornada de la Ligue 1 francesa, cuando entró en juego en el minuto 65 para reemplazar a Neymar, después de haber visto la etapa inicial y parte del complemento desde el banco de los suplentes.
Justamente en su ingreso se dio una de las perlitas de la noche francesa porque su abrazo con el brasileño provocó que en las redes sociales recuerden la final entre la Argentina y Brasil de la Copa América. Al final de ese encuentro, ambos jugadores se abrazaron tras la consagración de la Albiceleste y la imagen de este domingo fue prácticamente la misma, aunque en un contexto diferente.
Si bien se vio al delantero jugar lejos del área y con menos explosividad de la que tiene acostumbrado al mundo del fútbol, sí se pudieron notar algunas pinceladas que auguran un futuro glorioso en su nuevo equipo. A su vez, algunos encuentros con Kylian Mbappé, autor de los dos tantos del cotejo, también fueron positivos para la afición parisina que espera sacarle rédito a esa sociedad.
Messi, quien no pudo patear al arco, intentó 20 pases en el partido y tuvo una eficacia del 95% en ellos. Además, 20% fueron hacia adelante. Vale aclarar que cuando él ingresó el marcador ya estaba 2-0 por lo que el trámite parecía liquidado.
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