¡Cerro Porteño vive! Ayer, chutando un partidazo con Luqueño, poniéndose al día con la fecha 18 del torneo Clausura, sumó los tres puntos en juego y se ubicó como escolta del puntero Olimpia, a tan solo dos puntos hína. Con jugadas polémicas de por medio, mucha entrega de los peloteros y sobre todo lindos goles, el partido fue de la gran siete. En la mira de ambos estaba ganar, lógico que con objetivos diferentes, pero prevaleció la ambición del Ciclón, que tenía que ganar para seguir en la lucha por el título de campeón.

Si bien fue Luis Miño el que dio el primer aviso de querer romper el cero del partido con un derechazo que apeligró el arco cerrista, el gol apertura estuvo a cargo del “Shony” Fabbro sobre el minuto 11.

El local no bajó la guardia y empató rápido. Diez minutos después, José Leguizamón, de puntín, emparejó la balanza, pero -sin ánimo de ceder más terreno- el Ciclón volvió a soplar fuerte con el tanto de Júnior Alonso.

En el complemento pasó de todo. Con un polémico penal, Leguizamón volvió a poner las cosas como en principio, poco después le anularon un gol a Cerro por una cargada de Lugano sobre Chena, pero a poco del final se dio lo mejor del encuentro. El golazo de Fabbro, quien luego de recibir la pelota de un rebote local, colocó como con la mano en el ángulo luqueño. En definitiva, golazo, festejo y esperanza azulgrana.

EL VALÉCHO, Jonathan Fabbro

El 17 cerrista estuvo inspiradísimo ayer, jugó un montón y marcó dos goles, siendo el segundo de ellos de película.

EL ÁRBITRO, Antonio Arias

Medio perdido en sus decisiones, a más de dejar en el tintero un montón de dudas, por las decisiones polémicas que tomó.