• IMPLACABLE. La selección brasileña se aprovechó de un pobre conjunto albiceleste y le aplicó tres para seguir en lo más alto

Samba sí, tango no. La selección brasileña de fútbol mostró dotes de calidad y no le pesó para nada jugar contra la Argentina de Lionel Messi. En ese estadio donde recibió una de las peores palizas de su historia, supo golear en el clásico sudamericano y comenzar así a empacar maletas para el Mundial de Rusia.

Con un ritmo acelerado y preciso, los rapais ya mostraban estar más certeros que los curepas en la primera parte. El combinado albiceleste dependía mucho de lo que haga Messi; mientras el local tenía un respaldo colectivo digno de otras épocas.

El bombazo de Philippe Coutinho adelantó a la verdeamarelha y hacía estallar el Mineirão. Los curepas intentaron reaccionar y lograron acercarse al arco de Alisson, pero los puntas no estaban finos para definir.

Cuando el primer tiempo se iba, llegó otro golpazo de Brasil. El crack Neymar no quería estar ausente en la fiesta y definió como lo suele hacer en el Barcelona, ante la desesperada salida de Romero.

La complementaria ya fue a puro placer para los dirigidos por Tite. Antes que Argentina intente reaccionar, apareció Paulinho para liquidar el pleito.

Brasil se siente cada vez más en Rusia, con samba y goles.

EL SEGUNDO

El ofensivo Philippe Coutinho marcó ayer su segundo gol en las Eliminatorias.

Con el scratch

Neymar llegó ayer a su gol número 50 con la sele rapai en 74 partidos jugados.