• MANOS A LA OBRA. El delantero paraguayo cumplió ayer su primer día de trabajo con el plantel de Cerro Porteño en Minga Guazú. El charrúa Mauricio Victorino también se sumó al grupo que comanda Gustavo Florentín.

El plantel de Cerro Porteño cumplió ayer su primer día de trabajo en el CIDE de Minga Guazú y del mismo ya participaron dos de las grandes contrataciones que hizo la institución de Barrio Obrero, hablamos del delantero paraguayo Nelson Haedo Valdez y el defensor charrúa Mauricio Victorino.

Ambos llegaron a Alto Paraná cerca de la medianoche del domingo y ayer ya trabajaron con total normalidad con el plantel que comanda Gustavo Florentín.

El Complejo Internacional del Este es un lugar ideal para hacer trabajos de pretemporada, tiene todo lo necesario… y además el predio tiene un sistema de seguridad muy bueno que pese al esfuerzo de los hinchas por ver a sus ídolos, ninguno de ellos pudo vulnerar… hasta ahora.

Haedo Valdez llegó y saludó correctamente a todos los empleados del CIDE, los saludo en guaraní y en todo momento mostró humildad, algo que hace que la gente le quiera y le tenga un gran respeto.

A la hora de entrenar, fue uno más del plantel, no demostró “aires de ídolo”, sino todo lo contrario.

Tiene una gran obligación, el público azulgrana ya lo quiere y el cariño que le brindan irá creciendo en la medida que él rinda en el campo de juego.

SEGUNDO CLUB

Cerro Porteño es apenas el segundo club paraguayo en el que jugará Haedo Valdez. Debutó en Atlético Tembetary.

CASA NUEVA

La familia de Nelson, liderado por su esposa Martinka, comprará una mansión en Asunción.

“El Espartano” apunta a ser líder en el Barrio

Mauricio Bernardo Victorino Dansilio, con sus 34 años, llegó a Cerro Porteño con la intención de tener un gran 2017 y ganar cosas importantes.

El charrúa siempre fue líder en los clubes donde jugó y quiere mantener esa condición en el elenco de Barrio Obrero.

En su país le pusieron varios apodos, entre ellos “El Espartano”, “El Patrón”, “El Jefe”, “La Navaja” y “El Chivo”.

Nacional de Montevideo quiso retenerlo, pero Juan José Zapag le ofreció un sueldo muy bueno, más casa y auto… con lo que finalmente lo convenció. “Álvaro (Pereira) me habló muy bien del club”, dijo en la presentación, pero en realidad firmó por Cerro porque las condiciones que le ofrecieron fueron excelentes.