• NO PUDO. El campeón 2016 se quedó con las ganas de repetir la vuelta olímpica ante Barbosa

Con toda la ilusión de poder dar una nueva vuelta olímpica, el Ciclón de Barrio Obrero llegó a su segunda final consecutiva de la Copa Libertadores de Futsal, donde enfrente tenía a un equipo rapai que no estaba ahí de “casualidad”, como el Carlos Barbosa.

Unos minutos de juego, que más que nada fueron de estudio, bastaron para darse cuenta de cómo estaban parados uno y otros. El equipo rapai, mucho más suelto y con mayor potencial en la banca, hizo que Cerro en un abrir y cerrar de ojos se llene de faltas, lo que lo condicionó notablemente.

Ya con la quinta falta cometida, Julio Zanotti, mediante un cobro libre clavó el primero cuando se iba la primera parte, sobre los 19’. Ya para ese entonces el arquero Gabriel Giménez era figura, habiendo tapado un montón de chances rapais.

En el segundo tiempo, Kevin, a los 6’ puso el segundo que cayó como un baldazo de agua fría. El equipo paraguayo intentó recuperarse, pero la cantidad de faltas cometidas y la ausencia de piernas le condicionaron en contra.

Gonzalo Abdala, con cobro de falta a seis minutos del final le devolvió la esperanza al Azulgrana. Con esta diferencia, Cerro se la jugó. Salió Giménez y metió a Villalba como el famoso “arquero volante” para jugarse la vida. En los últimos dos minutos arrinconó al equipo brasileño, pero ese gol que le faltaba jamás llegó.

Finalmente, terminó perdiendo 2-1 y se quedó con las ganas del “bi”.

Giménez fue figura

La base del Ciclón estuvo integrada por el arquero Gabriel Giménez, la gran figura que tuvo este encuentro; Gabriel Ayala, Francisco Martínez, Richard Rejala y René Villalba.

Afemec, cuarto

En el otro encuentro que se jugó por el tercer puesto, el equipo paraguayo Afemec empató a 2 contra el Antioquia de Colombia. Desde el punto penal, los cafeteros ganaron por 3-2.