Entra más gente al baile. El sarambi del dopaje de Julio César Cáceres, defensor de Guaraní, ya trascendió ámbitos deportivos y hay mucha confusión en cuanto a esto. Lo único concreto es que si el “Emperador” entra a jugar, echará más leña al fuego.
Ayer, el ministro de Deportes, Víctor Pecci, sacó un comunicado, en el que dicta una parte. “La conducta asumida por el jugador no solo representa una flagrante violación a las normativas vigentes, sino que expone a todo el deporte paraguayo a una sanción de las instituciones internacionales de dopaje”.
Por último, el escrito invitó a Cacerito a que “reconsidere” su postura.
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