• ESPERÓ Y ACERTÓ. No brilló por juego, pero sí por contundencia. González, Camacho y Rolón firmaron la goleada

POR ARTURO ROJAS

La paciencia es un árbol de raíz amarga pero de frutos muy dulces. Y vaya que lo fue para Olimpia, que supo aprovechar los momentos claves para desquitarse del siempre complicado Sol de América.

Si bien el equipo de Éver Almeida no mostró un juego vistoso, sacó a relucir otra virtud para quedarse con los puntos: la jerarquía de sus figuras.

La pelota parada fue la primera receta exitosa. Desde un córner, el delantero Wálter González se hizo presente para extender su racha goleadora con un cabezazo bajo, imposible para Silva. Sol se animó más y logró inquietar al portero Azcona. Un tiro libre de Pablo Zeballos y otro cabezazo de Javier Toledo asustaron a más de un franjeado, pero no fue suficiente.

Cuando el trámite invitaba a la siesta en la complementaria, la máquina franjeada volvió a despertar gracias a Néstor Camacho. El zurdo se mandó una galopada propia de un potrero, que terminó en un penal sobre Iván Torres. De la ejecución se encargó Camacho y como lo suele hacer, infló la red para concretar el segundo tanto.

Con esto, el Danzarín ya bajó los brazos en todo sentido. El golpe fue tal, que minutos después el tercer golpe de gracia lo dio Carlos Rolón, quien de cabeza clavó una vuelta soñada e hizo real una goleada inesperada.

NÉSTOR CAMACHO

Una vez más, su talento y acierto fueron vitales para el primer triunfo franjeado.

MARIO DÍAZ DE VIVAR

No incidió en el resultado, pero estuvo flojo en varios pasajes del partido.