Puntos que pueden costar. Tanto para Rubio Ñu como para Olimpia, los puntos resignados anoche en “La Arboleda” pueden pasar factura al final del campeonato, teniendo en cuenta la meta de los dos conjuntos.

Los que quedaron con más rabia fueron los olimpistas, que podían agarrar la punta, pero volvieron a fallar. Aparte de la paciencia para intentar crear jugadas, el equipo de Aldo Bobadilla se encontró con un murallón llamado Blas Valenzuela. El portero ñuense tuvo tapadas claves en los dos tiempos e impidió la caída de su equipo.

Pero ojo. No fue todo de la Franja. En los minutos finales el local pudo haber tenido un final feliz, si es que aprovechaba mejor la desesperación de los olimpistas. La expulsión de Richard Ortiz calentó el trámite y descompuso un poco el juego. El Decano era más desorden que otra cosa y por esas cosas del fútbol no perdió el partido. A falta de goles, en los minutos finales solamente vimos patadas y reclamos. Feo empate y para olvidar rápido.

BLAS VALENZUELA

El portero ñuense fue fundamental con sus tapadas para evitar la caída de su equipo.

ÓSCAR VELÁZQUEZ

Floja labor del juez, quien se vio sobrepasado y errático en sus determinaciones.