ATORADO. Guaraní volvió a estar nandikuéto a la hora de definir, desperdició un penal y se quedó con la manos vacías. El de Campo Grande se puso tercero en la tabla

Llamale racha, suerte o saber ganar, pero Independiente sigue armando lío en el torneo Apertura a base de triunfos. Esta vez su víctima de turno fue Guaraní, para el que la jornada de ayer fue un auténtico luneró. El cuadro de Pablo Caballero consiguió su tercera victoria con la fórmula de convertir un gol y defenderlo cómo sea.

Pero para que ello fuera posible tuvo a una notable figura en su arco como el arquero Pablo Gavilán, que aparte de tapar más de un par de pelotas de gol se dio el lujo de pararle el penal a Rodrigo Bogarín ya cuando su equipo estaba en ventaja.

Pero vayamos por parte. El Aborigen tomó el protagonismo del partido, pero ante su falta de puntería frente al arco recibió el castigo de recibirlo en el suyo. Una “ley” del fútbol que Sebastián Ferreira lo cumplió a rajatabla, tras un centro que la defensa aborigen no pudo despejar.

Guaraní gastó todo su repertorio intentando el empate por todos los medios y el “Toro” se cansó de desperdiciar los muchos contragolpes que metió. De todas formas, logró lo más importante: El triunfo. En tanto Guaraní, ya entró en una feroz crisis de resultados.

Pablo Gavilán

Fundamental para la victoria del “Inde”. Salvó goles cantados y detuvo un penal.

Enrique Cáceres

Acertado en todas sus determinaciones. Manejo con mucha tranquilidad el partido.