DIO LA CARA. El árbitro del partido Cerro Porteño-Santaní admitió que metió grande la pata
Los malos arbitrajes siguen siendo uno de los grandes problemas de nuestro fútbol, pasan los años y la solución no llega. Y así como están las cosas este dilema va a continuar y ante cada escándalo la solución mágica será admitir que “fue un error humano”.
Éber Aquino fue el encargado de impartir justicia en el partido entre Cerro Porteño y Santaní el domingo último… y lo que menos hizo fue “impartir justicia”. Cometió muchísimos errores y terminó perjudicando al conjunto del interior.
El soplapitos habló ayer a través de la 730 AM y entre otras cosas admitió que se equivocó grande al no expulsar a Raúl Cáceres, defensor del Ciclón.
“El motivo por el que no saqué la roja a Raúl Cáceres fue creyendo que el jugador que veía al lado, en el suelo, iba a llegar a disputar el balón. Viendo por televisión, estoy totalmente seguro que tuvo que haber sido tarjeta roja para Cáceres”, he’i.
Después añadió, “yo terminé el partido y lo que nos reclamaban era el fuera de juego y la expulsión, que para mí eran reclamos que muchas veces ocurren, te equivoques o no. Estaba tranquilo hasta que vi las imágenes”.
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