Los goles no se merecen, se hacen. Frase muy gastada en el fútbol, pero más vigente que nunca en el chute que Luqueño le ganó (2-0) al 3 de Febrero en Ciudad del Este.
Como ya viene sucediendo en sus partidos precedentes, al cuadro esteño le cuesta una enormidad embocarla en el arco de enfrente. Toca bien, llega bien a zona de definición, pero si no es por falla de sus delanteros, aparecen los palos o el arquero rival. Anoche no fue la excepción. Tenía el partido a su disposición, pero el que golpeó fue el “Chanchón”.
Primero con Rubén Monges y ya en el segundo tiempo con el tanto del charrúa Gonzalo Barreto. Con esta victoria, Luqueño respira en el promedio y deja aún más complicado a su rival, que deberá cambiar drásticamente en el Clausura si quiere mantener la categoría.
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