El exarquero de Libertad, Cerro, Estudiantes de La Plata, Universitario de Perú y otros, nos cuenta su historia en esta nota.

• POR JUAN V. DUARTE

Hay que ser un verdadero guerrero para dejar todo lo que a uno le gusta y embarcarse en otra no tan grata, pero que como ser humano y un hijo agradecido, había que hacerlo.

Ese fue el caso de Celso Guerrero (49 años), aquel arquero que irrumpió en el arco de Libertad a finales de los ochenta y principios de los noventa.

En charla con Crónica, Celso hizo un repaso de esa corta carrera para explicar los motivos que lo empujaron a colgar los guantes en el momento de su apogeo.

“A los 25 años prácticamente me dejé del fútbol, porque estando en Universitario de Perú, papá tuvo un infarto y decidí volver para cuidarlo, porque yo era hijo único y era mi responsabilidad atenderle. Muchos seguramente dicen que el fútbol te da dinero, el éxito, pero hay otras cosas más importantes en la vida y la familia siempre fue lo primero para mí”, contó de entrada.

Eso pasó allá por el año 1997, cuando Celso ya era un arquero muy bien considerado y que incluso ya había tenido su oportunidad en la Albirroja mayor.

“Siempre fui arquero, yo soy de Barrio Obrero y cuando las calles ni siquiera estaban empedradas todavía, jugaba en los arenales con mis amigos. Verle a gente más grande jugar con la camiseta de la selección, nos daba ilusiones, era mi sueño de chico. En mi caso se pudo dar, porque no todos tienen esa suerte, pese a tener condiciones”, remarcó.

Debut en Libertad a los 17, consolidación a los 19, Estudiantes de La Plata después, préstamo a Cerro Porteño, selección nacional y Universitario de Perú, marcaron el corto pero exitoso destino de Celso.

“La prensa peruana me trató muy mal”

Deportivamente, bien, pero no así el trato de la prensa, sobre todo escrita. Así recuerda Celso su paso por el Universitario en el fútbol peruano.

“Fue después de un clásico que perdimos muy mal ante Alianza. Inventaron muchas cosas. Salían reportajes que nunca les di, ponían cosas, montaban fotos mías en las que supuestamente salía de farrear y esas cosas, en eso hay mucha diferencia con la prensa de acá. Se tomaron conmigo y nunca entendí el porqué, porque yo siempre fui amable con todos”, recordó apenado.

Con el Chiqui, Colorado, Tani y otras estrellas

Celso formó parte de aquel equipo de Cerro de 1994, que se consagró campeón junto a otras luminarias del Ciclón.

“En ese equipo estaban el ‘Chiqui’ Arce, ‘Colorado’ Gamarra, ‘Tani’ Struway, Héctor Núñez y otros. Yo había venido a préstamo de Estudiantes y estuve 8 meses, el técnico era Paulo César Carpegiani. Quise venir para darle el gusto también a mi papá, que era fanático cerrista”, recordó.

El “Gato”, Chila, Schmeichel…

De chico siempre me gustó el ‘Gato’ Fernández y el carácter y la personalidad de siempre de José Luis Chilavert”, tiró Guerrero sobre los arqueros que admira.

“A nivel internacional, en esa época lo tenía a Peter Schmeichel (danés) y ahora lo miro mucho a (Hugo) Lloris, arquero de Francia. En Paraguay y de los que se proyectan ahora, lo veo con mucho potencial al arquerito de Cerro, Miguel Martínez”, concluyó.