El zaguero centro estuvo a punto de colgar los botines, fue tentado para seguir chutando y continúa.

• Por Gerardo Benítez

Jugar al fútbol siempre fue su may o r pasión, aunque reconoció que otro deporte que le apasiona es el automov i l i smo; es decir, la Fórmula Uno, comenzó chutando en la escuela de fútbol de San Pedro del Paraná y a los 16 años se enroló en Tembetary, cuando estaba en la Intermedia. Pasó por Universal de Encarnación para luego levantar vuelo en el Sportivo Luqueño.

Ese es Federico Acuña, actual pelotero y capitán de Tacuary, quien ya recorrió un montón de clubes locales y en el exterior tuvo su paso en el Gimnasia y Esgrima de Jujuy.

El año pasado, por la pandemia, decidió que ya era suf iciente correr tras la pelota, por lo que decidió dejarlo, pero le tentaron desde barrio Jara y hoy día su equipo está a punto de ascender a la categoría de Honor.

“Este año tenía pensado no jugar más al fútbol, pero me llamaron de Tacuary, fue el profesor Hugo Viveros quien me insistió unas cuantas veces que cedí y aquí estoy, sigo jugando”, dijo el experimentado zaguero centro del Tacua.

“Por la pandemia, el año pasado no pude jugar y después como que ya no tenía más ritmo, pensé que ya no iba a jugar más, pero el profe me llamó como cuatro veces y en principio era solo para entrenar nomás y entrené, había un buen grupo humano, buena gente y al final jugué; el destino me puso ahí”, comentó.

Al ser consultado si en caso de ascender el Tacua segui r ía chutando, dijo que “la verdad no sé, tendría que ver cómo terminamos”.

En Sol pasó lo mejor y hoy busca ascender con Tacuary

En Sol de América, entre los años 2017 y 2020, pasó los mejores momentos de su carrera. “Es que jugamos copa internacional y mantuve una regularidad importante. No conseguimos campeonatos, pero sí disputar torneos internacionales”, le bajó, quien también chutó en Gral. Caballero (ZC), Guaraní, Capiatá, Gral. Díaz entre otros.

Respecto al chute de este jueves, por Copa Paraguay, ante el 1.º de Marzo de Pilar, “se pondrá un equipo alternativo”, dijo, ya que la prioridad es el torneo Intermedia. “Nos restan cinco finales, donde buscaremos sumar la mayor cantidad de puntos para lograr el objetivo de ascender”, disparó.

Con apoyo de la familia, todo

Para Federico el apoyo eterno de su familia es lo mejor que tiene. “Gracias a mis padres (papá Antonio y mamá Primi), he tenido buenos momentos en el fútbol, siempre me apoyaron y eso no tiene precio”, dijo. También recordó a su hijito Nicolás, quien le acompaña en todos los partidos.

Una anécdota: “El partido por Copa Sudamericana ante Independiente de Medellín, en Colombia, donde tuve que jugar casi todo el partido con la nariz rota y bajo una intensa lluvia”.

Un “gracias” especial para un gran amigo

El experimentado pelotero resaltó sus primeras vivencias en el fútbol capitalino y agradeció infinitamente a su exrepresentante y actual amigo Eduardo Hernández. “Cuando vine del interior viví en la casa del señor Hernández Piña. Él me trajo para debutar en Luqueño y hasta hoy día seguimos siendo amigos, es mi segunda familia con su señora Gloria”, señaló.

“Él me trajo y me albergó, me siento muy agradecido con él y familia”, destacó.

Y hablando del Auriazul, Federico dijo que “el que me hizo debutar en la Primera de Luqueño fue el profesor Rogelio Delgado”.