Gastón Olveira no solo tiene manos para ser arquero, también hubo otra profesión en su vida que le dejó muchas lecciones.

• Por Arturo Rojas C.

Garra charrúa. Gastón Olveira (28) se convirtió en el héroe de la final de la Copa Paraguay, que ganó Olimpia en los penales ante Sol de América en la semana. El portero uruguayo tuvo un mal comienzo, pero se sobrepuso con mucha personalidad en la tanda de penales.

Eso de luchar contra las adversidades es una cuestión propia de Gastón, según contó en este mano a mano con Crónica. “Fui papá muy joven, con 17 años, en ese momento estaba practicando en River Plate (Uruguay), pero con todo el cambio que se vino en mi vida, el fútbol no me alcanzaba y entonces me puse a trabajar en otra cosa a la par que me dedicaba al deporte”, confesó Gastón.

Olveira no solo es bueno atajando, también tiene manos para la herrería. “Era un trabajo duro porque hay herramientas muy peligrosas, más para mí que tenía que cuidar mi físico, pero tenía que hacerlo, no tenía de otra, eso lo curte a uno, de joven ya aprendí a superar adversidades, te abre la mente pasar por ese tipo de situaciones para poder aprovecharla después”, agregó el charrúa.

Todo sacrificio tuvo sus frutos para Olveira, que después se destacó en River, fue convocado a la selección de Uruguay y en la semana festejó su primera Copa con Olimpia. “Hago un recuento para atrás y siento mucho orgullo de lo que hice, entrenar y trabajar al mismo tiempo no es para cualquiera, te consume mucho, pero te deja lecciones importantes para valorar”, finalizó el arquero.

Arquero “atajapenales”: en Olimpia mejoró mucho

Gastón Olveira reconoció que en Olimpia mejoró su técnica para los penales. “En Uruguay había tenido un par de paradas importantes, me fue bien también eso, pero en Olimpia mejoré mucho esa parte, porque siempre nos quedamos con los compañeros a patear penales, de forma divertida pero me ayuda bastante. Y también el gran trabajo de los preparadores de arqueros, los chicos que nos dan los videos de los rivales es un trabajo en equipo muy grande”, dijo el charrúa.

“Se me erizó la piel cuando empezaron a ovacionarme”

“¡Uruguayo, uruguayo!”, coreaba la gente de Olimpia cuando nombraron a Gastón Olveira en la premiación de la Copa Paraguay. “Ese era uno de mis grandes sueños, ser reconocido fuera de mi país por mi trabajo y más en un club como Olimpia, se me erizó la piel cuando empezaron a ovacionarme, la verdad que es una de las mejores sensaciones que puede tener un futbolista, por suerte se me dio”, dijo Olveira, que había empezado el partido con un error pero terminó como gran figura.

La linda “locura” del arco y la meta de ser de selección

El puesto más ingrato, el del arquero, lo confirmó de esa manera Gastón Olveira. Pero agregó algo más. “Es el más desgastante mentalmente, además de ser ingrato, un solo error y te cuesta un gol, como me pasó a mí, pero tengo que estar preparado para eso porque el arquero no puede quedarse deprimido por haberse equivocado, es una linda locura la de ser arquero y es un desafío que me gusta”, dijo el charrúa.

Olveira también reconoció que siempre fue arquero, y t iene como herencia de su padre, que cuido los tres palos en varios torneos regionales de Uruguay. Por último, Gastón señaló sobre su gran objetivo.

“Ya me tocó ser llamado a la selección y es una gran experiencia, quiero volver a vivirla, atajar para mi país es único y tengo mucho por trabajar para eso”, cerró.