POR RICARDO NÚÑEZ

En charla con Crónica, el esperado jugador del Olimpia, Hugo Fernández (25 años), reveló quienes son sus ídolos en el fútbol a nivel mundial y también dio su opinión acerca de lo que representan en su carrera Richard Ortíz y Roque Santa Cruz, al igual que otras figuras que pasaron y dejaron su legado en la historia de la institución franjeada.

El mismo retorna a la «O» tras finalizar su préstamo con el Defensa y Justicia de ashá y le queda como anillo al dedo al plantel de Julio César Cáceres, que está con la imposibilidad de contratar nuevos jugadores tras la sanción de la FIFA.

¿Algún ídolo en especial en el fútbol mundial o en el fútbol paraguayo?

-Internacionalmente, siempre mi ídolo fue Cristiano Ronaldo. Pero un jugador que me caracteriza a mí y a mi juego son dos: me gustan mucho como juegan Phil Foden y Riyad Mahrez del Manchester City.

¿Llegaste a coincidir con Roque Santa Cruz en Olimpia?

-Sí, él (Roque) y Mauro Caballero (su entrenador en la Reserva de Olimpia), me hablaron mucho. El profe Mauro me quería mucho al igual que el profe Iván Almeida. Ellos siempre nos suelen hablar a nosotros los más jóvenes.

Creo que uno también va aprendiendo mucho cuando tiene al lado jugadores de mucha experiencia y trayectoria, así que hasta ahora sigo disfrutando de eso.

¿Richard Ortíz es el que asume el liderazgo en el plantel?

-Sí, como vos decís. Richard es el que más suele hablar porque tiene un carácter fuerte. Siempre él es el que nos habla y nos orienta a los más jóvenes.

Creo que en la cancha se siente mucho cuando él está porque es un capitán que siempre habla y que da gusto tenerle en la cancha como compañero. Él para mí es todo un líder y para el equipo siempre es bueno tenerlo en cada partido.

¿Qué podes aportarle al OIimpia luego de tu paso por el fútbol argentino?

-El fútbol argentino es muy intenso, se juega mucho a uno a dos toques, no se traslada mucho la pelota porque los rivales te presionan muy rápido. En lo personal, yo aprendí a tener mucha intensidad, que es lo que yo sentía también que me faltaba a mí.

Porque tenía velocidad, pero me costaba mucho a la hora de perder la pelota y recuperarla. Eso fui aprendiendo allá en el fútbol argentino. Ojalá que ahora, cuando me toque jugar, pueda demostrar eso en cada partido.

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