Fue la “figura” de la fecha. En un equipo donde era “normal” ver una media de 35 años en cancha, un montón de “caras sucias” le dieron justamente otra cara a este Capiatá, que de la mano de Carlos Recalde demostró que se puede confiar en los que están surgiendo y entremezclarlos con los que ya tienen más experiencia.
En el chute ante Luqueño sorprendió a todos cuando dejó ver en la alineación titular a un montón de péndex que no eran llamados habitualmente a jugar en el “Escobero”. Y le dio no solo resultado desde el marcador, sino también desde lo futbolístico y ni qué decir desde lo anímico.
“Conozco a muchos de los chicos de la Reserva, y es por eso que me jugué por ellos. Por ahí, cuando presenté el equipo que quería, hay gente que se sorprendió. Pero yo tenía confianza porque los conozco y porque en esos tres días que tuvimos antes del partido entrenamos al máximo”, aseguró Recalde.
He’i que la idea será seguir apostando al fútbol rápido y ofensivo.
HAY FE. Santiago Salcedo, goleador del equipo, he’i que “cambió la mentalidad” en un solo partido y que hay fe para lo que viene.
El difícil momento por el que pasó la familia de Vergara
Sergio Vergara, lateral de Capiatá con pasado en Luqueño, al que demandó para cobrar una plata que se le debía, contó que cuando su hijo gritó el gol del triunfo lo agredieron.
“Mi señora estaba ahí y pasaron un muy mal momento. Al chiquito lo agredieron en una pierna. Voy a pedir los videos a General Díaz para iniciar las acciones. A mí me pueden decir lo que quieran, pero no pueden tocar a mi familia”, he’i a Universo 970.
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