Rosalino Toledo y las vueltas que le deparó la vida: de pelar caña de azúcar a ser un volante destacado en Guaireña. El pelotero nos habló de su vida, digna de ser enmarcada en oro puro.

• Por Jorge Izquierdo

A sus 30 años, el mediocampista oriundo de la ciudad de Félix Pérez Cardozo (distante a unos 186 kilómetros de Asunción) sueña con llegar a algún equipo grande de nuestro país, y por qué no, ser transferido al fútbol del exterior. Ese es el anhelo de Rosalino Toledo, quien a base de mucho esfuerzo ha llegado a la Primera División del fútbol paraguayo, de la mano del elenco de Guaireña, que está haciendo un campañón en el torneo Apertura.

“Soy del interior y añeha’ãmbaite hína para sobresalir. Estamos haciendo bien las cosas y queremos seguir de esta manera. La gente de Villarrica siempre nos apoyó, ojalá pronto se pueda jugar nuevamente con público. Eso es un plus para nosotros”, arrancó diciendo a Crónica el jugador.

Le consultamos qué fue lo que hizo con el premio que cobró por el campeonato y ascenso a Primera con Guaireña, que consiguió el año pasado jugando en Intermedia. “Me manejaba en moto nomás. Ramoite ajogua hague la che autorã (hace poquito compré para mi auto). Hace 4 meses por ahí. Me fui juntando mi platita y me compré uno económico nomás, pero che salvapaitéma”, le bajó Toledo.

¿Y tu moto?: “Arekóiti hína, cualquier cosa ahí nomás está para salvar alguna necesidad”, añadió.

Al ser abordado sobre los trabajos que hacía anteriormente, Rosalino dijo que “pelaba caña de azúcar y también preparaba frutas y verduras para que venga hacia el Abasto. De todo hacía. Somos una familia numerosa (9 hermanos) y siempre nos inculcaron el trabajo para progresar en la vida”, remató.

9 PARTIDOS

Es lo que Rosalino disputó de los 10 que Guaireña lleva en el torneo Apertura. Completó los 90 minutos en todos los encuentros que le tocó chutar.

CUARTO

Es el puesto que Guaireña ocupa en el torneo. Suma 17 puntos, tras lograr 4 victorias y 5 empates. Sufrió una sola derrota. Una gestión purete de los gua’i.

“Che réra vailento, entonces me llaman Toledo nomás”

Nuestro entrevistado se mostró abierto en todo momento, bien arriero porte y sobre su pintoresco nombre dijo que “che réra vailento (risas), entonces me llaman Toledo nomás. Cuando jugaba en Coronel Oviedo me decían gua’i. Acá en Guaireña mis compañeros me llaman por mi apellido y ya me acostumbré. Tenemos un buen grupo humano de jugadores, eso hace que seamos muy unidos y podamos conseguir los resultados”.

Su compañero de equipo también es un hermano suyo, Óscar Toledo, a lo que Rosal ino respondió que “nos vamos juntos a la práctica. Todavía no pudo jugar, es el tercer arquero porque Don (Ignacio) está en un buen nivel”, puntualizó.

El regalo purete que Salcedo le dio a Rosalino

El pelotero también tuvo palabras de agradecimiento para su propio compañero, Santiago Salcedo. “Es una persona de bien, nos habla a todos, es muy accesible. A mí me regaló un botín y me solía regalar algunas remeras. Es un gran ejemplo para nosotros por todo lo que logró en el fútbol. Es un privilegio tenerlo como compañero”, tiró.

“Curepilento, pero ikalidá hína Mendoza”

Toledo juega de doble 6 junto a Jorge Mendoza, de quien dijo que “es un crack. Sabe jugar y me toca aprender mucho de él. Curepilento, pero ikalidá hína Mendoza (en medio de risas). Candia y todos los que vinieron también son buena gente, nos llevamos muy bien entre todos. Ante Olimpia a muerte roñeha’ãta, no la van a tener fácil”, expresó con mucho optimismo.

Muchos años por Oviedo

Rosalino también nos contó su periplo antes de arribar a Guaireña FC. “Estuve jugando 8 años en la Liga Ovetense, habré jugado más de 400 partidos por ahí. Disputé la Intermedia también con ellos (Ovetense FC). Con Guaireña ya jugué anteriormente el Nacional ‘B’ (2014) y el año pasado volví para la Intermedia y logramos el objetivo de ascender. Sigo acá, tratando de aprovechar cada oportunidad que tengo”.