Guaraní salvó un feroz embrollo al tumbarle ayer sobre la hora a Sol de América en un partido más que discreto. Si bien comenzó bien con el golazo de Carlos Rolón (sí, el zaguero central), el cuadro de Daniel Garnero estuvo lejos del nivel mostrado ante Libertad la fecha anterior, pese a haber perdido.

La falta de dinámica se hizo evidente ante un equipo de Sol de América, que tuvo la mejor virtud de no resignarse a ver qué hacía su rival de turno.

Ese tanto de Rolón le dio una tranquilidad al equipo para buscar una diferencia en el trámite, que en la práctica nunca se dio. Si bien el primer tiempo terminó con el marcador a su favor, parecía un premio demasiado grande para lo que mostró.

En el segundo, Sol tampoco le exigió demasiado e incluso parecía venirse abajo todo cuando David Mendieta se fue a vestuarios tras ver su segunda amarilla. Sin embargo, logró la paridad en un córner y tras cabezazo perfecto del Víctor Velázquez.

El negro panorama aborigen se transformó en felicidad cuando Nery Bareiro despejó un balón que cayó en los pies de Epifanio García. Este ganó la posición a la defensa de Sol y ante la salida del arquero decretó el segundo tanto, que sacó al equipo del atolladero.