DE PIE. El Ciclón jugó un partidazo y estuvo a un gol de forzar los penales ante Palmeiras. El 1-0, con golazo de Arzamendia, ilusionó pero no alcanzó y sumó otra eliminación en la Libertadores
Fue, quizás, la victoria más dolorosa de Cerro Porteño. El 1-0 no sirvió, más allá del partidazo que hizo el equipo, porque nuevamente quedó eliminado de la Copa Libertadores a manos de Palmeiras.
El equipo de Jubero tuvo un comienzo ideal, porque una fea acción de Felipe Melo dejó al cuadro paulista con diez por la expulsión de su capitán. El dominio azulgrana se hizo patente, pero no lo supo aprovechar en esa etapa debido a sus pocas luces en ataque.
La lesión de Rodrigo Rojas al comienzo del complemento (ver material aparte), le trajo beneficios al Ciclón. Porque entró Novick y el equipo se movió diferente. Aún así, el gol azulgrana llegó de la manera menos esperada cuando Arzamendia quiso cruzar un centro y su remate se coló en el arco de Weverton. Ese tanto agrandó al Ciclón y metió en pánico al Palmeiras que, como nunca, jugó de chico. Lamentable lo del cuadro de Scolari, que solo quiso perder tiempo, presionar al árbitro y otras “perlas”, bajo la permisividad del árbitro curepa Germán Delfino.
Así pasó el cuadro rapai a cuartos. Para Cerro, fue una nueva decepción en un torneo continental.
SIN PARAGUAYOS
Con la eliminación de Cerro y Libertad ya no quedan equipos paraguayos en la Copa Libertadores. Tampoco en la Sudamericana.
Hernán Novick
Con su ingreso, todo Cerro mejoró y estuvo cerca de conseguir la hazaña.
Germán Delfino
Sobrepasado. Nunca dirigió tranquilo, aunque estuvo bien en las expulsiones.
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