El exlateral-volante luqueño, recordó aquel histórico gol de la Albirroja a Chile. Además, la Libertadores ganada con Olimpia y mucho más.

• POR JUAN V. DUARTE

2 de junio de 2001. Paraguay se jugaba gran parte de su clasificación al Mundial de Corea-Japón 2002. El rival: Chile. Estadio Defensores del Chaco. Cerradísimo partido con aire tenso en Sajonia. Chilavert había fallado un penal y “Chito” Ayala se fue expulsado.

La victoria pintaba cada vez más difícil y el partido ya se iba. Hasta que Sergio Markarián ordenó el ingreso de Alfredo Amarilla. De centros exquisitos, al zurdo lateral luqueño le bastó un par de minutos para meter la pelota de la muerte al área huevona, para que Carlos Humberto Paredes, que ese día jugó de todo, marcara de cabeza el agónico tanto.

Hoy, a 19 años de aquel partido, Alfredo recuerda en nuestro diario lo que vivió esa noche. “Aquello fue algo emocionante, hasta te puedo decir que cumplí el sueño de mi papá (Eliserio Amarilla), que siempre quiso que yo vista la casaca de la Albirroja”, recordó.

Agregó que en ese partido prácticamente ya había perdido la esperanza de jugar, pero que después le llegó la oportunidad de oro. “Yo ya decía que no iba a jugar. Faltaban 8 minutos creo. Hasta que Markarián me llama y me dice: ‘Entrá a hacer lo mejor que puedas, si podés, desbordá y tirá centros…’. Y bueno, me tocó hacer ese centro que Carlos (Paredes) metió de cabeza. Algo ayudé en ese partido”, tiró Amarilla.

Para Alfredo, ese partido marcó literalmente su carrera. Porque después vendrían otros desafíos (ver material aparte). “Te puedo decir que estoy muy conforme con lo que logré porque yo prácticamente no fui profesional en un 100%, pero logré muchas cosas”, subrayó.

SU CARRERA

25 de Noviembre de Luque, Liga Luqueña, Luqueño (2 ciclos), Nacional, Olimpia y 12 de Octubre, fueron los clubes donde chutó Alfredo.

CAMPEÓN

Amarilla tiene el privilegio de estar en el grupo selecto de jugadores de Olimpia, que fueron campeones de la Copa Libertadores (2002).

Anécdota y el porqué no se hizo técnico

“La anécdota que siempre recuerdo es algo que tiene que ver con mi papá. Allá por el año 68 él viajó con la Liga Luqueña para jugar un partido en el Centenario de Montevideo y me decía que nunca iba a llegar a jugar en un estadio así. Y bueno, estando en Japón con la selección (Copa Kirin), le llamo y le digo. “Ndee papá, ndaha’eiete Uruguay-pe mba’e aiméva hína”, le dije… y nos reímos los dos”.

Agregó que no se hizo técnico por una simple razón: “No me gusta la onda del pelo largo, tatuaje y esas cosas de los jugadores, por eso mejor nomás no me meto en problemas, jaja”.

El “Tigre”, Romerito y el “Fenómeno”

A la hora de elegir a un jugador difícil de marcar, Amarilla recordó a dos. “El ‘Tigre’ Ramírez era jodido, porque era muy fuerte y tenía buen dribling. Y Sa-Sa también, porque es más o menos como Raúl Amarilla”.

Eso sí, su ídolo personal es y seguirá siendo Julio César Romero. “Y claro, a nivel mundial nadie como el ‘Fenómeno’ Ronaldo”, concluyó.

En ocho meses, con la preciada Libertadores

Tras jugar varios partidos de Eliminatorias, Amarilla fue fichado por Olimpia en la temporada 2002.

“Yo estaba para ir a Cerro, faltaba prácticamente la firma nomás, pero después me avisaron que tenía que ir para la Tabacalera donde ODD me esperaba. “Vení acá”, me dijo… y bueno, firmé por Olimpia.

La gloria estaba esperando por él. “Imaginate, yo jugué solo ocho meses en Olimpia y estuve en el plantel campeón de la Copa Libertadores 2002. Ese grupo era espectacular, fuerte mentalmente. Era el sueño que yo tenía, pero en ese momento vos no dimensionás esas cosas y ahora después de varios años uno mira atrás y ves lo que significó y pensás… ‘Yo formé parte de ese plantel”, es algo increíble. Creo que después del partido con Boca, nos dimos cuenta que estábamos para ser campeones y se logró el título”, recordó.

Del “25” a Yokohama y el Madrid

La historia de Alfredo es muy particular. Se inició en el club 25 de Noviembre de la Liga Luqueña, donde debutó con dos goles y al que tiene un cariño y agradecimiento especial.

Jugó el Interligas con la Liga Luqueña, pasó a Luqueño, selección y Olimpia, con el que llegó a Japón para jugar la Intercontinental con el Real Madrid. Y con el agregado de que nunca dejó de trabajar como funcionario público del aeropuerto Silvio Pettirossi.

“Por eso digo que no fui profesional 100%. Incluso estando en Luqueño seguía trabajando, en Olimpia ya fue diferente y tuve un permiso especial. Y bueno, hasta ahora sigo siendo funcionario del aeropuerto”, contó.