Cuando le tocaba chutar contra Cerro, el defensa mbarete Ricardo Sanabria lo tenía como uno de sus “clientes” favoritos
Por Gerardo Benítez Monges
En épocas anteriores, jugar al fútbol significaba mucho entrenamiento, sacrificio, tiempo completo y también suerte. Muchos lo lograron, otros no, pese al esfuerzo. Édgar Guerrero es uno de los que no pudieron completar su sueño detrás de la pelota pues chutó poco tiempo, aún así, su intento le valió para codearse con otros grandes jugadores de Primera, especialmente en el club Libertad, hasta donde llegó con apenas 16 años.
Guerrero recordó que “llegué a Libertad en el año 1986, y al año siguiente, salimos campeones en la división Infantil; pasé por otras categorías hasta llegar a Primera, donde debuté en el 90, con el profesor Alcides Báez”.
Dijo que como delantero, siempre fue objeto de lindas “caricias” por parte de los contrarios, y en ese sentido hizo alusión a Ricardo Sanabria, que le tomó como su “cliente”, cuando enfrentaba al Ciclón de Barrio Obrero.
“En un partido contra ellos (Cerro Porteño), estábamos ganando 2-1, hasta que, para hacer tiempo, llevé la pelota hasta el banderín del córner, cuando me marcó pero con todo, me dio una, dos y más patadas, en fin, a poco del final salí lesionado, pero por suerte ganamos 2-1”, contó.
Sobre la marcha nomás recordó que “en un partido de la juvenil, un tiempo atrás, Ricardo me había marcado también, es un defensor muy fuerte, no me quejo, pero salí con el tobillo hinchado”, dijo riéndose de aquella sitú.
“Mediante el fútbol, conquisté un montón de amigos”, le bajó
Guerrero se inició como pelotero en el club 14 de Mayo de Ybycuí, donde llegó a jugar, con solo 15 años, en la Primera. Una temporada después llegó al Guma. También defendió los colores del 8 de Diciembre de Caacupé, Sportivo Iteño e Independiente de Campo Grande. Dijo que con su corto paso por el fútbol, “conquisté un montón de amigos, que hasta hoy día los tengo; antes de la pandemia, incluso seguíamos jugando juntos, ya sea en partidos benéficos o torneos. De eso no me puedo quejar, muchos de ellos me ayudaron bastante cuando necesité, me siento un bendecido”.
“Con ‘Toto’ jugué todos los partidos”
A más de los técnicos Alcides Báez y Joaquín Yugovich, recordó a su entrenador Roberto “Toto” Gamarra, quien lo dirigió en el 8 de Diciembre y Sportivo Iteño. “Incluso cuando estaba mal, vino a buscarme para ir a Iteño; con él jugué casi todos los partidos, me ayudó bastante siempre, creo que era su jugador preferido”, indicó. Como pocos expeloteros, dijo que “a mì solo me gustaba jugar al fútbol, la verdad que nunca pensé en dirigir ni estudiar para director técnico, no me gustaba”.
“Ahora estoy en un proyecto, pero…”, he’i
Jugando por Sportivo Iteño se decidió a colgar los botines, porque el fútbol ya no le generaba buenos ingresos. “Fui a trabajar en el Palacio de Justicia. Luego abrí una gomería en el centro y ahora estoy en otro proyecto. Actualmente estoy con reposo, pero salgo de esta y me pongo las pilas”, señaló Guerrero, con una actitud positiva.
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