Con trabajo comunitario y la donación de Gs. 10 millones, Mathias Villasanti y Sergio «Chico» Díaz enmendaron hoy la falla que tuvieron con la sociedad, cuando en plena cuarentena le bajaron al famoso «piki volley», actividad que en ese momento estaba terminantemente prohibida.

La jueza del caso, Silvana Luraghi fue quien hoy determinó la extinción de la acción penal, dado que los peloteros cumplieron con el castigo que se les dispuso por bajarle al «piki».

Los chutadores profesionales ya se encontraban con la suspensión condicional del procedimiento por un año, que se cumplió hace unas semanas.

El bolonqui había iniciado el año pasado, cuando vecinos de la ciudad de Lambaré hicieron una denuncia a los medios y las autoridades policiales que en el lugar se juntaban los deportistas a jugar piki volley en la casa del padre del jugador de Libertad Sebastián Ferreira, el señor Carlos Ferreira.

La policía acudió al llamado, y junto con la fiscal Laura Romero, pillaron en seco a los futbolistas, quienes además estaban acompañados de Renato Mencia, quien chuta afuera.

Villasanti y Díaz se presentaron voluntariamente ante el Ministerio Público, y pidieron disculpas públicas por violar la cuarentena impuesta por la pandemia del Covid-19.