Empezó como delantero, luego fue defensor y en Luqueño chutó de volante, donde sí se sintió más cómodo. “Pasé por todos los puestos”, he’i.
- Gerardo Benítez Monges
Diosnel Burgos, un expelotero de varios clubes y actual técnico de mucho recorrido a nivel local, como internacional con la Albirrojita, es uno de los que comenzaron jugando como delantero, pero por el camino fue cambiado de puesto.
“Comencé en en las inferiores de Libertad, jugando como centrodelantero y he marcado muchos goles. Estando en la infantil fui convocado a la selección menor, donde también jugué de 9, pero en una oportunidad el profe Nelson Fleitas, que era el técnico, me invitó para un amistoso contra un equipo cordobés, de modo a jugar en defensa, porque Gustavo Florentín, que era el lateral, no podía por su estudio. El sueño del pibe era jugar en la selección por lo que acepté; sin tener noción del puesto, jugué, marqué un gol y me fue todo bien, tanto que quedé en ese puesto, aunque sin estar muy cómodo”, relató Burgos sobre sus inicios.
Contó que ese fue el “empujón” que lo llevo a jugar el sudamericano juvenil de Chile y también el Mundial de Malasia 1997.
“Era un autito chocador jugando de 9, pero quedé como lateral. En Luqueño, donde pasé mi mejor momento, jugué de 6, con el profe Héctor Corte. Ahí sí estuve cómodo”, le bajó.
“Con el apoyo de mi familia, todo es más llevadero”, le bajó
Burgos, quien fue asistente técnico de Gustavo Morínigo en varios equipos y en la selecciones menores, dijo que la profesión que eligió es muy difícil, que sin el apoyo de su familia y amigos no sería tan llevadera. “Siempre tuve el apoyo de mi familia, mi mamá que ya falleció, mis hermanos, mi señora, mis hijos; no todo es felicidad en este tema, hay tiempos de angustias y preocupación también”, señaló. Respecto a Morínigo, sostuvo que “es más que un amigo, un hermano, prácticamente crecimos y jugamos siempre juntos”.
Estaba para debutar ante Cerro pero un desmayo le postergó
Diosnel contó que pasó por una situación muy rara a poco de debutar en la Primera de Libertad, con 18 años. “Nunca voy a olvidar, íbamos a jugar contra Cerro Porteño y en la semana previa caí desvanecido en la práctica. Me hicieron los estudios, llevó tiempo eso, pero había sido era emocional lo mío”, dijo riéndose el ex-liberteño.
Su debut se hizo esperar por la tremenda ansiedad que tenía, pero cuando se dio fue con una victoria frente a Humaitá.
Rolando Marciano Chilavert fue el técnico que lo hizo debutar en Primera, aunque recordó que fueron Pedro Nelson Fleitas y Cristóbal Maldonado (+), quienes lo alzaron al plantel principal.
Burgos, a más de jugar en Libertad y Luqueño, chutó también en 12 de Octubre de Itauguá; Tacuary y Sportivo Trinidense entre otros.
“Yo me considero un luqueño, ahí pasé mi mejor momento”
“Yo me considero un luqueño más, porque fue ahí, donde pasé mi mejor momento; pero jugando por Trinidense, una vez le hice un gol a mi querido Luqueño estando en el arco Mario Villasanti, ese partido ganamos 2-1”, le bajó Burgos.
Al ser consultado sobre lo que le dejó el fútbol, dijo que “son cosas que no se pueden describir, me dio todo; nunca pensé que iba a llegar a lo que llegué, en un abrir y cerrar de ojos”. Ahora, su objetivo es dirigir un equipo de Primera o del ascenso. “Me siento capaz”, apuntó.
Déjanos tus comentarios en Voiz