Un título mundial merecía un recibimiento así. Pasaron las goleadas en los seis partidos (63 goles y ninguno en contra)) y la consagración. Jugadores y cuerpo técnico de la Selección Paraguaya de los Pueblos Originarios recibió el cariño esperado tras el brillante campeonato mundial de la categoría conseguido en la ciudad de Edmonton, Canadá.
Desde las primeras horas de ayer y durante toda la madrugada, familiares de los jugadores, pertenecientes a las distintas comunidades indígenas se hicieron presentes, esperando ansiosos a sus héroes, nuestros héroes. Cuando los consagrados asomaron por la puerta de salida en el “Silvio Pettirossi” se generó una tremenda ovación.
A los jugadores les esperaban también enormes recibimientos en sus respectivas comunidades, pero ellos, que siempre indicaron que la base de la consagración fue la fuerza espiritual y la unidad del grupo, antes se volvieron a vestir de corto para emprender a pie el camino hasta llegar a la basílica de Caacupé para cumplir la promesa y dar las gracias a la Virgen Serrana.
¡Son nomás luego unos verdaderos ídolos!
Ante la sele mayor
Muchos hinchas pidieron que la sele indígena anime un amistoso con la sele mayor.
En equipos profesionales
El objetivo es que los jugadores campeones sean incorporados a clubes profesionales.
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