Guaraní hizo ayer lo que todo equipo que pelea por el título debe hacer, ganar pese a jugar mal. El equipo de Dos Bocas venció de visitante a Rubio Ñu por 1-0 con el gol anotado por Rodrigo Bogarín a los 38’ del segundo tiempo, de tiro penal.

El dueño de casa hizo un buen partido, pero desaprovechó demasiadas ocasiones de gol y frente a un grande como el “Indio” errar una y otra vez es algo que generalmente se paga muy caro.

Y el equipo de Hernán Lisi lo pagó muy caro. Nery Cardozo dispuso de por lo menos tres oportunidades claritas para abrir el marcador y en todas el delantero tomó decisiones poco inteligentes.

Cuando uno lo ve jugar a Cardozo da la sensación que lo hace sin ninguna responsabilidad, más que un jugador profesional parece un futbolista de barrio…, sin fuerza, sin alma, sin nada.

Hugo Lusardi fue el hombre más desequilibrante del elenco albiverde, le puso “pelota de gol” a Cardozo y Biancucchi en más de una ocasión y estos la desaprovecharon.

Al llegar a la segunda mitad del partido se cansó y su trabajo ya no pesó tanto.

¿Y el conjunto aborigen? Hizo un pobre partido. Palau, Cañete y Marín estuvieron muy por debajo del nivel que suelen mostrar. Rodrigo Bogarín anotó el tanto de la victoria a los 38’ del complemento, de penal. En el primer tiempo, Marcelo Cañete había malogrado otro disparo desde los doce pasos.

LA FIGURA

Víctor Centurión. Las veces que le cupo intervenir, lo hizo magistralmente. Su trabajo fue brillante, porque el rival tuvo varias ocasiones para anotar.

EL ÁRBITRO

Ulises Mereles. Pésimo arbitraje, cometió muchísimos errores. En el primer penal sancionado dejó pasar una clara posición adelantada.