Cristiano Ronaldo ya está en la historia grande del fútbol. Ganó todo a nivel de clubes y con la selección de Portugal levantó el trofeo de la Eurocopa. En cuanto a contratos es la envidia del mundo. Acaba de firmar con Al-Nassr de Arabia por dos años a cambio de nada menos que 400 millones de euros.

Cualquiera diría que lo tiene todo, pero no es así. Es un crack pero no tiene tolerancia a la frustración. Él no acepta un NO como respuesta. Él no acepta la derrota y quiere que todo se haga como él desea y el mundo no funciona así.

Tras pelearse con el Manchester United y el DT Erik ten Hag, buscó por todos los medios recalar en otro equipo grande del viejo continente; pero no lo consiguió y el que pagó las consecuencias fue Jorge Mendes, quien hasta hace unos días era su representante.

CR7 lo echó, enojado, porque no le consiguió otro club en Europa. El atacante luso quería seguir jugando en Europa y sobre todo quería competir en la Champions League, pero como pocas veces Mendes no pudo hacer nada.

Las pretensiones del jugador eran muy altas, a sus 37 años quería un equipo grande, un contrato por dos años y ganar un millonario salario. Jorge, que fue como un padre para él, esta vez no pudo llenar las expectativas del atleta y éste lo rajó.

El Diario Público como el Diario Récord, ambos de Portugal, señalaron que fue el jugador quien cortó la relación laboral, una relación de más de 20 años.

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