POR: OSCAR PATIÑO RIVEROS

El jugador de Libertad de solo 17 años habló con Crónica y reveló que ya se cumplieron algunos de los sueños que tenía.

“Es un chico que marcó la diferencia desde el primer día que lo vimos”, la frase corresponde a Nelson Zacarías, quien junto a Roberto Paredes “ficharon” a Julio Enciso a los 11 años.

Hoy aquel niño nacido en Caaguazú el 23 de enero de 2004 es todo un adolescente y a poco más de un mes de llegar a la mayoría de edad se convirtió en la mayor promesa del fútbol paraguayo.

Con 17 años ya fue campeón con el plantel de Primera División de Libertad, jugó semifinales de la Copa Sudamericana y con la selección de mayores estuvo en la Copa América y ya debutó en las eliminatorias.

Su futuro es inmenso y nadie sabe cuál es su techo, pero las expectativas son muy buenas porque está muy bien protegido por sus dos familias, sus padres y el club Libertad.

Crónica conversó con Julio César Enciso Espínola y entre otras cosas contó que ya pudo cumplir uno de sus grandes sueños, le compró una casa a sus padres en Caaguazú.

“Nunca pensé que todo lo que me está pasando me iba a pasar muy rápido. Todos los días rezo, lo hago cuando pierdo y cuando gano. La fe, el apoyo de mis padres y el apoyo del club Libertad hicieron que yo esté donde estoy ahora. Estoy muy agradecido por todo, me siento muy afortunado”, dijo Julio.

Al ser consultado cómo llegó al Guma acotó, “la gente de Libertad me vio cuando yo tenía entre 11 y 12 años, el club ya quiso traerme a esa edad a Asunción, pero mis padres no querían todavía que venga porque era muy joven y como soy único hijo se preocupan mucho por mí”.
Desde que comenzó a jugar y a recibir su primer sueldo y su primer premio, Enciso tenía un sueño; regalarle una casa a sus padres y lo logró.

“Tengo muchos sueños y uno de ellos era comprarle una casa a mis padres y lo pude hacer, les compré una casa al lado de la casa de mi abuelo en Caaguazú”, afirmó.

“Óscar Cardozo es mi ídolo y es como un padre para mí”

Desde que tuvo noción de quien era Óscar Cardozo, el exdelantero del Benfica de Portugal se convirtió en el ídolo de Julio Enciso y hoy día tiene la fortuna de jugar a su lado en Libertad.

“Me siento muy afortunado porque Óscar Cardozo es mi ídolo y al tenerlo como compañero en el club es como un padre para mí. Estar en Libertad significa estar en un club que te da todo, por eso uno tiene que trabajar duro para rendir”, acotó.

Su objetivo inmediato es seguir rindiendo alto en el Guma, seguir jugando en Primera División y cuando llegue el momento ser transferido a Europa y allí tratar de triunfar también.

“Yo sé distinguir quiénes son mis amigos y quiénes no”

El éxito es mágico, dicen algunos, ya que cuando nos destacamos en cualquier aspecto de la vida, automáticamente surge un montón de “nuevos” amigos.

En este sentido, Enciso contó que tiene la película muy clara, él sabe quiénes son sus verdaderos amigos y quiénes solo se les acercan por interés ahora que es un jugador conocido.

“Yo sé distinguir quiénes son mis amigos y quiénes no lo son, hasta ahora tengo muy buena relación con los amigos que hice en Caaguazú, esos amigos que ya lo eran cuando yo aún no debutaba en Primera División ni jugaba en la selección. Sabemos que en el ambiente del fútbol hay todo tipo de personas, pero yo puedo decir que estoy rodeado de muy buenos amigos”, señaló.

Libertad le pone todo para que él se sienta muy bien

El club Libertad hizo un gran trabajo para que Julio Enciso se sienta cómodo y rinda en alto nivel. Para convencerlo de mudarse a Asunción le alquiló un departamento cerca de Tuyucuá, le dio un trabajo para su padre e hizo que su mamá se quede en el departamento a cuidar de todos los detalles que necesita el chico de 17 años.

Esto le permitió al jugador preocuparse solo por hacer su trabajo en los entrenamientos y en los partidos, lo que de alguna u otra manera contribuyó a su excelente rendimiento en los últimos dos años.

“En Libertad solo tenemos que preocuparnos por entrenar bien y jugar, rendir dentro de la cancha, después el club te pone todo”, sentenció.